En los pasados nueve años el gasto de México en maíz de todo tipo se disparó 276 por ciento, situación que lo ha colocado como el principal comprador mundial, incluso por encima de China, cuyo número de habitantes supera al nuestro en más de 10 veces.
Datos oficiales indican que el acelerado ritmo al que ha crecido la demanda de grano ha provocado que México se convierta en el mayor cliente de Estados Unidos, el más grande ofertante de maíz del mundo, principalmente de origen transgénico.
Cifras recopiladas por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) señalan que en el primer trimestre de 2022 las importaciones de maíz por parte de México tuvieron un valor de mil 243 millones de dólares, cuando en igual periodo de 2013 fueron 330 millones.
Llama la atención que cien por ciento del maíz comprado al extranjero durante los primeros tres meses de 2022 fue a EU, cuando en 2013 era 86 por ciento.
De acuerdo con la información del GCMA, en los últimos 12 meses México ha adquirido a EU un total de 15.6 millones de toneladas de maíz, con lo que supera a China (14.2 millones de toneladas). Lejos quedan Japón, con 8.7 millones, y Colombia, con 3.9 millones.
El maíz es una materia prima fundamental para México, pues el blanco es utilizado para elaborar harina y posteriormente tortillas, alimento básico en la dieta de 90 por ciento de la población, mientras el amarillo sirve para engorda de ganado, de donde posteriormente se obtiene la carne que se consume en el país y se exporta a otros.
Aunque México es un importante productor de maíz (octavo mundial), éste es insuficiente para satisfacer la demanda local, pues del total que se consume, tanto el destinado a humanos como a animales, 37 por ciento es importado, es decir, entre 16 y 17 millones de toneladas, lo que significa que el país no es autosuficiente en un alimento que es indispensable para su población.
Presión pandémica y bélica
Si bien el aumento del gasto de México en la compra de maíz al extranjero ha sido constante, en los recientes dos años se ha intensificado, periodo que coincide con la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de covid-19 y con el conflicto armado entre Rusia y Ucrania, dos importantes productores de granos básicos.
En los primeros tres meses de 2014 a 2019 el valor de las importaciones de maíz se mantuvo entre 400 y 600 millones de dólares; sin embargo, en 2020 se elevó a 650 millones, para en 2021 dispararse a mil 70 millones y a mil 240 millones en 2022, es decir, sólo en los dos últimos años se registró un aumento de 90 por ciento.
Este mayor gasto obedece principalmente al alza en el precio del maíz, el cual acumula un encarecimiento de 28 por ciento sólo en lo que va del año.