Nueva York. Una ola creciente de ira, llamados a la acción y un inicial estallido de protestas fueron la respuesta a la filtración de que por mayoría la Suprema Corte del país ha decidido anular la protección constitucional del derecho al aborto, lo cual revertiría una de las mayores conquistas del movimiento feminista hace medio siglo, tendría graves consecuencias para los derechos civiles de las mujeres a nivel nacional y ya sacudió el escenario político del país.
El torbellino de reacciones a la noticia de que la mayoría de los nueve jueces de la Suprema Corte había votado en privado y ha redactado un borrador de un fallo revocando el derecho al aborto establecido en el caso conocido como Roe v Wade en 1973, incluyó denuncias, condenas, expresiones de alarma y protestas frente a la Suprema Corte de defensores de los derechos de la mujer y de las libertades civiles, y, por otro lado, regocijo en sectores conservadores cuya lucha anti-aborto ha sido central en su agenda política nacional y para quienes este fallo, si es emitido tal como está, sería un triunfo culminante de sus esfuerzos del último medio siglo.
El borrador es auténtico
La filtración de los argumentos de un fallo aún no anunciado oficialmente no tiene precedente en tiempos modernos, y algunos cuestionaban si el documento era legítimo, pero ayer la Suprema Corte confirmó la autenticidad del documento filtrado y publicado primero por Politico.
El comunicado del máximo tribunal advirtió que el documento es el borrador de una opinión en un caso aún pendiente y que “no representa una decisión de la corte o la posición final de cualquier miembro sobre los asuntos en el caso”.
A la vez, el juez jefe de Suprema Corte John Roberts denunció la filtración como “una traición” a la confidencialidad del máximo tribunal y anunció que ha solicitado una investigación. La filtración de los argumentos de un fallo aún no anunciado de manera oficial no tiene precedente en tiempos modernos.
Pero todo indica que la opinión de por lo menos cinco jueces –tres de los cuales fueron nombrados por Donald Trump con la intención de que lograrían justo esto, entre otras prioridades derechistas– será emitida como fallo oficial en algún momento previo a concluir este periodo de sesiones del tribunal antes de julio.
En el borrador se afirma: “sostenemos que Roe v Wade… tiene que ser denegado… y retornar el tema del aborto a los representantes electos del pueblo”.
Las implicaciones de una anulación de Roe v Wade son severas y en algunos casos inmediatas a nivel nacional. El fallo no criminaliza el aborto, sino que traslada la decisión de cómo abordarlo a los gobiernos estatales, ya que no existe una ley federal sobre el asunto. Ante ello, con las leyes estatales ya en vigor, la anulación de Roe podría llevar a una prohibición del aborto hasta en 26 estados, aunque permanecería legal en otros 21, por ahora. Políticos republicanos ya se están preparando para impulsar una prohibición federal del aborto si retoman el poder en el Congreso.
Defensores del derechos de la mujer afirman que las consecuencias de una anulación de Roe afectará sobre todo a mujeres de bajos ingresos, en particular a afroestadunidenses y latinas. Más aún, investigaciones indican que elevará la tasa de mortalidad materna, la cual ya está a más que el doble del resto de países “avanzados”, según cifras oficiales.
Asimismo, expertos señalan que tal fallo amenaza no sólo el derecho de las mujeres al aborto. Si esta opinión es final, comentó el profesor de leyes en Harvard y experto constitucional Laurence Tribe, “desentrañará muchos derechos básicos más allá de éste”, incluyendo derechos de la comunidad gay y hasta el uso de contraceptivos.
Respuestas
La revelación del borrador del fallo impacta de inmediato el proceso electoral estadunidense a seis meses de las votaciones intermedias donde está en juego el control de ambas cámaras del Congreso.
Políticos conservadores festejaron lo que parece ser un momento culminante de su ofensiva contra el aborto y otros derechos civiles librados durante décadas mientras aceleran sus esfuerzos para imponer prohibiciones aún más extensas en varios estados que gobiernan en preparación para la revocación del derecho al aborto a nivel federal.
Demócratas, incluidos el presidente y líderes legislativos, junto con el movimiento de mujeres institucional, ya empezaron a usar el tema para llamar a la movilización masiva de las mujeres en las elecciones intermedias de noviembre.
Entre sus argumentos está que si la Suprema Corte emite este fallo en las próximas semanas, tal como se espera, urge mantener y hasta ampliar el control demócrata del Congreso para garantizar el derecho al aborto a escala nacional codificando ese derecho en ley federal.
El presidente Joe Biden reiteró ayer su creencia en “el derecho de la mujer a decidir”, deploró el intento para revertir Roe v Wade, y declaró que si la Corte procede a hacerlo, “la protección del derecho de la mujer a decidir le corresponderá a nuestros funcionarios electos de la nación en todos los niveles de gobierno. Y le corresponderá a los votantes elegir a los que apoyen el derecho a decidir”, ya que a nivel federal se necesitarán más legisladores para codificar en ley a Roe (no mencionó que esfuerzos recientes para lograrlo quedaron estancados, frustrados en parte por integrantes de su propio partido).
“Los derechos de todos los estadunidenses están en riesgo… Este es el momento para luchar por las mujeres y por nuestro país con todo”, declaró la primera mujer vicepresidenta, Kamala Harris, quien acusó que los republicanos “quieren castigar a las mujeres y despojarlas de sus derechos de tomar decisiones sobre sus propios cuerpos”.
Los líderes demócratas de ambas cámaras del Congreso deploraron la aparente decisión de la corte, la calificaron de maniobra “extremista” y prometieron intentar convertir el derecho al aborto en ley federal.
La senadora demócrata Elizabeth Warren declaró que con esta decisión la Suprema Corte está por “imponer sus opiniones de extrema derecha y no populares a todo el país. Es hora de que los millones que apoyan a la Constitución y el derecho al aborto se levanten para hacerse escuchar”. Recordó que ella conoció la realidad antes de la legalización del aborto, y proclamó: “no vamos a regresar a eso, no ahora, nunca jamás”.
Tienen el respaldo de la opinión pública, durante los últimos años se ha registrado en diversas encuestas nacionales que una mayoría de entre 57 por ciento y hasta 70 por ciento expresan que la Suprema Corte debería dejar intacta la decisión de Roe v Wade. En la más reciente, realizada la semana pasada por el Washington Post/ABC News, la mayoría de estadunidenses, por margen de dos a uno, desean que Roe se mantenga vigente tal como quedó establecido hace 49 años.
Mientras, por todo el país, frente a la Suprema Corte en Washington, así como en diversas plazas en Nueva York y en decenas de ciudades más, miles participaron en la primera ola de protestas contra la intención de anular el derecho de las mujeres y con ello el derecho a la privacidad de todo ciudadano
Con la Corte Suprema de EU lista para anular el fallo trascendental Roe contra Wade, que legalizó el aborto, la mayoría de los estadunidenses creen que el tribunal debería mantener la decisión Roe de 1973. Infografía Graphic News.