Roma. Al abordar las causas de la guerra en Ucrania, el papa Francisco afirmó ayer que la “ira” del Kremlin fue “facilitada” por “los ladridos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a las puertas de Rusia”.
En entrevista con el diario italiano Il Corriere della Sera, el Papa argentino aseguró que está dispuesto a viajar a Moscú y reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin, para tratar de detener la guerra en Ucrania, que comparó con la de Ruanda, en África.
“Tengo que ir a Moscú primero, y encontrarme con el presidente Vladimir Putin”, señaló el jerarca religioso, quien contó que se ofreció a visitar al mandatario ruso 20 días después del inicio de la ofensiva en Ucrania, pero que no ha recibido respuesta.
“¿Cómo es posible que no se detenga esta brutalidad? Hace 25 años, con Ruanda, vivimos la misma experiencia”, agregó el Papa, al referirse al genocidio de 1994, el intento de exterminio de la población tutsi por el gobierno hegemónico hutu, en el que murieron unas 800 mil personas, según cifras de la Organización de Naciones Unidas.
Francisco razonó también sobre el suministro de armas de países occidentales a Ucrania, cuestión que divide al mundo católico.
“No sé responder a la pregunta de si es correcto abastecer a los ucranios, lo que está claro es que en esa tierra se están probando las armas. Los rusos saben ahora que los tanques son poco útiles y están pensando en otras cosas. Las guerras se libran por eso: para probar las armas que hemos fabricado”, afirmó.
Por otra parte, Eslovaquia y Hungría manifestaron ayer que no respaldarán las sanciones contra el sector energético ruso que prepara la Unión Europea por la guerra en Ucrania, argumentando que dependen demasiado de esos suministros y que no tienen alternativas inmediatas.
Sobre la eventual adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN también hay discrepancias.
Alemania apoyará la adhesión de Finlandia y Suecia al bloque, afirmó el canciller federal Olaf Scholz, a las primeras ministras finlandesa y sueca, Sanna Marin y Magdalena Andersson, respectivamente, al tiempo que el presidente de Croacia, Zoran Milanovic, dijo que vetará la adhesión de Suecia y de Finlandia a la OTAN, si tiene la oportunidad.
Gran Bretaña aumentará su ayuda militar a Ucrania con radares y drones, para impedir que nadie “se atreva nunca más” a atacarla, prometió el premier Boris Johnson al Parlamento ucranio.
La Casa Blanca afirmó que “una guerra nuclear no puede ganarse” y que Estados Unidos “no está combatiendo” en Ucrania. El presidente estadunidense, Joe Biden, pidió al Congreso aprobar una solicitud de financiamiento para asistir a Ucrania y reponer su propia reserva de armas y la de otros países aliados.