Londres. Boris Johnson, premier británico, prometió ayer que hará “todo lo posible” para combatir el aumento del costo de la vida, desafío importante en las elecciones locales de esta semana, en medio de acusaciones de la oposición que le recriminó estar “desconectado de la realidad”.
Durante una entrevista con la cadena ITV, salió a colación el caso Elsie, de 77 años, quien sólo come una vez al día para poder pagar el aumento del precio de la calefacción, y quien se pasa el día en el autobús para intentar que la factura sea lo más barata posible.
Ante esto, Johnson replicó que “de hecho fue él” quien introdujo el abono que permite que las personas mayores puedan utilizar el transporte público en Londres de forma gratuita.
Johnson, ex alcalde de la capital británica, aseguró que su gobierno estaba haciendo “todo lo posible” y “mucho más” para ayudar a los hogares a enfrentar el aumento del costo de la vida con un paquete de ayuda de 11 mil 200 millones de dólares.
Aún así, concedió que “esas contribuciones no bastarán en lo inmediato para cubrir las necesidades de todo el mundo”. Además, dijo que “no tiene ni idea” de si recibirá más multas por asistir a fiestas celebradas en Downing Street en plena pandemia de covid-19, después de haber sido sancionado en una ocasión.
El diputado Jonathan Ashworth, encargado de Empleo en el opositor Partido Laborista, manifestó que esa respuesta muestra cuán desconectado de la realidad está “este primer ministro narcisista”.
Mañana se celebran elecciones locales en Inglaterra, Escocia y el País de Gales.
El Sinn Fein se posiciona
El Sinn Fein, antiguo brazo político del Ejército Republicano Irlandés (ERI), va en camino de convertirse en el mayor partido del gobierno de Irlanda del Norte en estos comicios, un hito en su búsqueda de una Irlanda unida.
El otrora paria político cuenta con una ventaja de 8 puntos en las elecciones para la Asamblea de Irlanda del Norte, según un sondeo realizado ayer.
Si un partido nacionalista irlandés se impone por primera vez en la provincia bajo dominio británico, representaría un cambio histórico 24 años después de que el acuerdo de paz del Viernes Santo puso fin a tres décadas de derramamiento de sangre. Además, el Sinn Fein estaría más cerca de convertirse en el principal partido de gobierno a ambos lados de la frontera irlandesa.
Aunque es probable que falten años para que se celebre un referendo que dé lugar a la unidad con la vecina República de Irlanda, el Sinn Fein percibe un impulso creciente.
En la actualidad está dirigido por una generación más joven de políticos con menos vínculos con el ERI y los “problemas” de Irlanda del Norte, en los que murieron 3 mil 600 personas.
Un sondeo prelectoral en la circunscripción del norte de Belfast sugiere que la ruptura con Reino Unido no es lo más importante para los votantes. El costo de la vida, que se ha disparado, y un servicio de salud en dificultades, son las principales preocupaciones.