La actividad manufacturera mexicana registró en abril un retroceso mensual, el primero luego de dos meses con avances. El Indicador de Pedidos Manufactureros (IPM), se situó en 53.4 puntos, cifra que supone una caída de 0.5 puntos con respecto al mes previo.
Este índice, publicado mensualmente por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, se ubicó por encima del umbral de los 50 puntos que supone crecimiento en la industria, hilando 19 meses consecutivos por arriba de este umbral.
De acuerdo con las estadísticas, el ritmo de la producción retrocedió respecto al mes anterior, cuando en marzo avanzó 1.4 puntos, ya que en abril retrocedieron cuatro de sus cinco componentes, relativos a los pedidos esperados de producción, volumen esperado de pedido; la oportunidad en la entrega de insumos por parte de los proveedores e inventarios de insumos.
Cuellos de botella
El volumen esperado de pedidos manufactureros cayó 0.8 puntos, ubicándose en 54.7 unidades; la producción esperada retrocedió 1.3 puntos; el personal ocupado total, que se ubicó en 51.2 puntos, creció 0.2; la entrega esperada de insumos bajó 1.1 puntos, e inventarios de insumos descendió 2.4 puntos.
Los cuellos de botella de la cadena de suministros a nivel mundial, que han sido persistentes durante el 2021 y que por la guerra en Ucrania, han deteriorado sus perspectivas.
En su comparación anual, los pedidos manufactureros registraron un avance de 2.8 puntos en abril, luego de que en marzo aumentaron 2.1.
Para abril, los datos muestran que la actividad permaneció relativamente estancada tras un muy buen desempeño en marzo, pero sobre todo debido al impacto que los nuevos confinamientos en China han tenido sobre las cadenas globales de valor y la disponibilidad de fletes a nivel mundial. Por ello, la mayoría de los pedidos manufactureros tuvieron pocos cambios, aunque se encuentran en territorio expansivo y soportan la visión de que, dado un ambiente menos favorable para el crecimiento, la recuperación económica continuará a un ritmo escalonado durante los próximos meses, prevén analistas de Monex.
De esta manera, tras un positivo primer trimestre del año, la actividad económica se enfrenta a diversos retos para prolongar las tasas de crecimiento. En su lugar, pensamos que el crecimiento de abril pudo haber sido cercano a 0.35 por ciento, lo que favorece la perspectiva de que el crecimiento del segundo trimestre se desacelerará a niveles cercanos a 0.5 por ciento trimestralmente.