Ciudad de México. La industria automotriz mexicana manifestó su preocupación por el contrabando de automotores de Estados Unidos, que “lo realizan grandes corporaciones que actúan en coordinación con los contrabandistas mexicanos”, expuso ante los senadores de la Comisión de Seguimiento al T-MEC, Guillermo Rosales Zárate, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Ese contrabando, aseguró ante los legisladores, se ha asociado a delitos en la frontera norte relacionados con el lavado de dinero, el tráfico de armas y la venta ilegal de vehículos.
Durante una reunión de trabajo, de la Comisión Especial de Seguimiento a la Implementación del T-MEC, que preside la senadora priísta, Claudia Ruiz Massieu, con el presidente de la AMDA, Rosales Zárate, manifestó que es necesario que el Ejecutivo y el Legislativo emprendan acciones urgentes para ayudar a la recuperación del mercado interno, como la creación de un pacto de cooperación con Estados Unidos para frenar el contrabando automotor, no prorrogar la regularización de vehículos ilegales más allá de septiembre y crear una Ley General de Control Vehicular.
La idea romántica de que “son nuestros campesinos quienes cruzan la frontera para adquirir un vehículo que será utilizado en sus actividades productivas es eso, una idea romántica”, porque, aseveró, “la realidad es que el flujo de automotores usados de Estados Unidos a México, es perfectamente coordinado por especialistas en el contrabando”.
Por ello, dijo, hay que “centrar la urgente necesidad de involucrar la cooperación con Estados Unidos para frenar este fenómeno y desde el lado mexicano, es importante que la decisión adoptada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, para regularizar el contrabando automotriz, de febrero pasado, cese en el momento que ahora se tiene contemplado, 20 de septiembre”.