Cientos de trabajadores y organizaciones obreras volvieron a salir a las calles como lo hacían cada 1º de mayo. Después de dos años de no hacerlo por la pandemia de covid-19, ahora las demandas expuestas fueron contra la “precarización moderna” de los empleados de servicios por aplicación, pensiones calculadas en Unidad de Medida y Actualización (UMA), a favor de mejores salarios, el respeto a los contratos colectivos (CCT) y la libertad sindical.
En el Día del Trabajo, diversos contingentes se agruparon la mañana de ayer alrededor del Monumento a la Revolución, en el Hemiciclo a Juárez, en la esquina de 5 de Mayo y Eje Central, y a un costado de la Torre Latinoamericana. Desde estos puntos, cada uno por su cuenta, avanzaron hacia la plancha del Zócalo capitalino, donde ya estaba instalado un escenario con sonido.
Primero llegaron sindicatos independientes que llenaron una cuarta parte de la explanada de la Plaza de la Constitución, única zona libre, ya que el resto se encuentra ocupada por la instalación de la réplica de la Capilla Sixtina.
Hicieron presencia integrantes de diversos gremios como el sindicato minero, el Independiente de Trabajadores en Investigación en Ciencias de la Salud o la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), así como un grupo de indígenas triquis desplazados de Tierra Blanca Copala, Oaxaca, entre otros.
Con pancartas en las que se leía “Cuando no hay democracia y libertad sindical se daña gravemente al trabajador” y “No a la mutilación del CCT”, los obreros reclamaron la disposición del sector patronal a firmar nuevos contratos y una apertura del gobierno para escuchar sus demandas.
A la vez, denunciaron que la pandemia ocasionó un perjuicio a la clase obrera e incluso que la reactivación económica se busca a costa de los trabajadores.
En su oportunidad, Antonio Navarrete, vocero de la sección 65 de Cananea, urgió a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social a tener “el acceso a la justicia que nos ha sido negada por los gobiernos neoliberales” y resolver en definitiva la huelga en la mina sonorense que está por cumplir 15 años.
La Confederación de Jubilados, Pensionados y Adultos Mayores de la República Mexicana apuntó que con el actual sistema de pensiones en manos de las Afore y el cálculo de éstas en UMA, las afectaciones a los futuros jubilados serán “más drásticas”, debido a la informalidad laboral. Éste fue uno de los reclamos más sentidos ayer.
Uno de los gremios más aplaudidos fue el sindicato independiente SINTTIA, conformado por trabajadores de General Motors, en Silao, Guanajuato. Al anunciar su presencia en la movilización, desde el templete se presumió que “le arrebató el contrato al sindicato charro” afiliado a la CTM.
A la jornada de manifestaciones no acudieron las centrales del Congreso del Trabajo, como la propia CTM, CROC o la CROM, quienes anunciaron de manera anticipada su ausencia. Tampoco asistió el sindicato petrolero, pese a que en últimos días denunció presuntas violaciones a su CCT y la defensa de los derechos de sus agremiados.