Con 98 millones de católicos en México, que representan 77.7 por ciento de la sociedad, la Iglesia señaló que sigue siendo un actor fundamental en la construcción de un mejor país. Mediante su editorial del semanario Desde la fe, recordó que a 30 años del restablecimiento de las relaciones diplomáticas con el Vaticano –que se cumplen en 2022–, la Iglesia, el Estado y la sociedad “debemos redoblar esfuerzos para conseguir, juntos, la paz y el bienestar de los mexicanos”.
Indicó que hace tres décadas se puso fin a un largo periodo de confrontación, la cual comenzó con la persecución religiosa sufrida por los católicos durante las primeras décadas del siglo pasado.
En septiembre de 1992, cuando su santidad Juan Pablo II era sumo pontífice, y Carlos Salinas de Gortari, Presidente de México, las autoridades plasmaron su firma en un documento que ha permitido a la Iglesia caminar junto con el Estado mexicano mirando al futuro, compartiendo valores como la solidaridad, la paz y la justicia.
En aquellos años, recordó, el actual secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, estaba asignado a la delegación apostólica en México que encabezaba el nuncio Girolamo Prigione, y pudo participar del “intenso trabajo” de negociación que precedió al acuerdo final.
Parolin volvió a México para recordar que la laicidad no debe tener un sentido negativo, e hizo un llamado a las autoridades mexicanas a impulsar juntos “un renovado pacto de colaboración, con respeto de la legítima distinción entre Estado e Iglesia, un pacto basado en el principio de la laicidad”.