En la Ciudad de México el salario mínimo diario de 172.87 pesos es insuficiente para comprar un kilo de carne de res, cuyo costo en los mercados públicos Juárez y Medellín, en la alcaldía Cuauhtémoc; y Santa Cruz Atoyac y 24 de Agosto, en Benito Juárez, es de 190 pesos, y supera los 200 pesos en tiendas de autoservicio; sin embargo, los consumidores enfrentan alzas en otros productos básicos como el aceite vegetal comestible que se vende en al menos 50 pesos, cuando hace menos de un mes costaba 41; además el aguacate se comercializa en 120 pesos el kilo.
Según locatarios de los mercados los proveedores argumentan que el aumento en la carne, no sólo de res, sino de pechuga de pollo, que se vende en 125 el kilo, y de cerdo, en 130, es resultado del aumento “del 100 por ciento de los granos y forrajes” con los que se alimentan los animales.
En un recorrido por los mercados públicos y las tiendas Walmart, Chedraui y Soriana, ubicadas en Benito Juárez, los consumidores entrevistados coincidieron en que disminuyeron las cantidades y frecuencia de compra de los diferentes productos de la canasta básica, a pesar de que incrementaron entre 50 y 60 por ciento los recursos destinados a la adquisición de comida.
Gabriel Alarcón, residente de Álvaro Obregón, señaló que destina 60 por ciento de sus ingresos “a la compra de la despensa, pero no le alcanza. Tengo tres hijos, entonces tengo que decidir si los visto o comen; si pago la renta, la luz y los teléfonos. Ya no hay, no queda (dinero) para la diversión”.
Hazel, residente de la colonia Santa Cruz Atoyac, comentó que hace unas semanas gastaba 800 pesos en la compra de productos básicos, pero ahora destina mil 200 pesos; sin embargo, reconoció que “son gastos que no se pueden dejar de hacer”.
Los locatarios de los mercados coincidieron en que el aumento de precios provocó que los consumidores no asistan ni realicen compras con la frecuencia desde inicios del año, como explicó Alberto Valencia, quien atiende desde hace 27 años un puesto en el mercado Medellín.
“La compra ha bajado mucho porlos precios, porque por ejemplo el aguacate está muy caro, y si antes se llevaban tres piezas ahora sólo compran uno”, explicó, al referir que no puede dejar de expender los produc-tos a pesar del alza de precios, porque “si no lo tienes se van a otro puesto y compran fruta o chiles, u otra cosa, y es un cliente que pierdes”.
Mencionó que difícilmente se pueden controlar los precios en frutas y verduras, por los intereses de los intermediarios.
En tanto, Ivonne Ballesteros, que desde hace siete años atiende un local en el mercado 24 de Agosto, en Benito Juárez, se pronunció a favor que “se encuentre un método para controlar precios”, luego voceó: “el aguacate está de oferta, a 120”.