En un trienio, en la Central de Abasto (Ceda) se ha hecho lo que no se hizo en tres décadas: mejorar su infraestructura y frenar la inseguridad y la anarquía que imperaban, afirmó la coordinadora general, Marcela Villegas Silva.
En entrevista con este diario, señaló que recibió el mercado mayorista devastado y saqueado, con adeudos, y los principales servicios concesionados hasta 2027, entre ellos el peaje, los sanitarios y el estacionamiento, cuyas empresas reciben al día cerca de 170 millones de pesos, pero dan de contraprestación menos de 20 por ciento.
“Desde 2018 no han invertido nada para arreglar la Central de Abasto ni las áreas que ocupan. El agua de los baños la suministran con pipas porque no han hecho contrato con el Sistema de Aguas de la Ciudad México. Mucha gente se queja del estado de las instalaciones y nos responsabiliza, pero no sabe que ese servicio no está en nuestros manos.”
La Ceda opera por medio de un fideicomiso privado con las cuotas de mantenimiento que se cobran a bodegueros y comerciantes, y enfrenta deudas de la anterior administración que se prevén saldar hasta el próximo año.
Villegas Silva, primera mujer en estar al frente de la Ceda, se reservó dar el monto total, pero explicó que aún se están pagando los Cedabuses, unidades de transporte que cuentan con una ruta para ingresar al mercado, y se adeudan 400 millones de pesos por la contratación de policías, porque se tenía el servicio de vigilancia, pero nunca se pagó. “De todo tiene conocimiento el consejo técnico, porque aquí se trabaja con transparencia”.
Al día, a la Ceda ingresan alrededor de 500 mil personas y trabajan aproximadamente 90 mil. El peaje es de 10 pesos, y seis pesos por entrar a los baños. El área de pernocta y subasta, donde se carga y descarga, tiene otro costo. Ahí llegan mil camiones, sin contar con los estacionamientos aéreos, a donde llegan los clientes.
“Si hacemos cuentas, serían 170 millones de pesos diarios o más, pero esos recursos no entran al fideicomiso, y aún así hemos logrado solventar las necesidades prioritarias de la Ceda, y con el apoyo del gobierno capitalino darle un valor agregado, porque todas las obras y proyectos adicionales que se están realizando no les cuesta un solo peso a los comerciantes.”
Las prioridades
Explicó que la prioridad ha sido invertir en infraestructura y seguridad, por lo que se destinaron 2 mil 100 millones de pesos para la renovación del drenaje y pavimentación, así como la habilitación del C2 con poco más de 600 cámaras de videovigilancia, lo que ha permitido transformar este mercado en agradable y seguro para clientes, proveedores y comerciantes.
Dijo que tras la pandemia de covid-19, que significó un reto que se logró superar e incluso se estableció una estrategia de salud que se aplicó en otros puntos de la ciudad, pues se trató de una comunidad que no estaba dispuesta a dejar de trabajar, afirmó que continuará la modernización del centro de abasto.
En lo que resta de esta gestión, se consolidará el biodigestor de composta, la planta de biodiésel y la planta solar con celdas fotovoltaicas, a la par que se pondrá orden en su interior, porque antes no “había espacio que no se vendiera. Todo mundo tiene papeles para el uso de vialidades, banquetas y cabeceras”.
La siguiente etapa, concluyó, es construir la nave cuatro de flores, donde se construyeron estructuras de dobles pisos y hasta viviendas, lo que está prohibido, pero “antes daban dinero y les permitían hacer de todo”.