Durante el año pasado, México registró un crecimiento anual de 4.8 por ciento, cifra que se ubica dentro del rango previsto en el paquete económico aprobado, que era de entre 3.6 y 5.6 por ciento.
Lo anterior se establece en la cuenta pública 2021 que la Secretaría de Hacienda envió a la Cámara de Diputados, en la que se señala que hubo una recuperación en casi todos los sectores de la economía, aunque su magnitud y crecimiento fueron desiguales, dependiendo del avance de la pandemia por covid-19, su impacto inicial y las características de las actividades. De esta manera la producción agrícola creció a una tasa real anual de 2.9 por ciento, la industrial en 6.5 por ciento y los servicios en 4.1.
En el documento se destaca que la trayectoria económica de 2021 continuó dependiendo de la evolución de los contagios, aunque se mantuvo en proceso de reanimación, toda vez que no se registraron confinamientos severos como en 2020, hubo una mejor adaptación de las personas y las empresas a las restricciones y medidas sanitarias, así como por los avances en la vacunación global y los nuevos tratamientos para atender la enfermedad.
Recuerda que en los primeros meses se observó la mayor letalidad del virus y dificultades para restablecer la capacidad productiva instalada. Adicionalmente, en febrero las actividades industriales sufrieron un revés debido a cortes de suministro de gas natural por las heladas en Estados Unidos.
En el tercer trimestre se agudizaron los problemas de cuellos de botella y los aumentos en los precios de las materias primas, así como el agotamiento de los inventarios de insumos industriales, factores que en conjunto repercutieron principalmente en los servicios con mayor contacto físico y en algunas industrias como la automotriz, así como en la inflación, la cual se ubicó por encima de los esperado.
A nivel local se conjuntó un elemento adicional que fue la reconfiguración de diversas actividades económicas por la puesta en práctica de reformas legales en materia de subcontratación laboral, lo cual no repercutió en la demanda interna, pero si lo hizo en la contabilidad del PIB. Así, para finales del año pasado se registró una reactivación económica heterogénea entre sectores y regiones, cercanas a los niveles prepandemia de 2020.
Resalta que en 2021 la inflación se ubicó en 7.36 por ciento y la tasa de Cetes a 28 días fue de 5.5 por ciento, lo que representó un aumento de 1.25 puntos porcentuales comparado con el cierre del año anterior, y el tipo de cambio promedio fue de 20.3 pesos por dólar, menor en 5.7 por ciento respecto a 2020.
La cuenta corriente de la balanza de pagos registro un déficit equivalente a 0.4 por ciento del PIB y el precio de exportación de la mezcla mexicana de petróleo crudo se ubicó en 65.3 dólares por barril en promedio, superior en 29.07 dólares al registrado un año antes, producto de la sobredemanda del energético.