Moscú. El canciller ruso, Serguei Lavrov, negó que su país vaya a emplear armas nucleares y que se esté en guerra con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Agregó que la mayoría de los socios de Rusia consumidores de gas cambió al nuevo método de pago en rublos.
“No es Moscú quien juega con las palabras ‘guerra nuclear’ (...) Nunca usamos a la ligera términos tan peligrosos. Debemos todos estar comprometidos con las declaraciones del Quinteto nuclear: nunca se puede librar una conflagración atómica”, expresó Lavrov en una entrevista con la cadena Al Arabiya transmitida ayer.
El Quinteto nuclear está formado por Rusia, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y China.
El lunes pasado, Lavrov afirmó que “el riesgo de guerra nuclear es real”, al reiterar la postura de Moscú contraria al uso de armas atómicas. El miércoles, Putin advirtió que si alguien intenta “crear amenazas estratégicas inaceptables para su nación”, la respuesta “será fulminante”.
Añadió que no se considera en guerra con la OTAN por Ucrania, ya que conlleva los riesgos de una conflagración nuclear. Culpó a Kiev del estancamiento de las conversaciones de paz, por cambios en su postura. Sin embargo, indicó: “No tengo la menor duda de que (Rusia y Ucrania) vivirán en paz y buenas relaciones de vecindad”, tan pronto se alcancen los objetivos de Moscú.
En cuanto a las sanciones impuestas por Occidente contra su país, Lavrov aseguró que “la mayoría de los socios clave de Rusia que compran gas ya cambió el método de pago” a rublos.
Subrayó que el gobierno al que pertenece no capitulará ante las sanciones de Occidente. “Para creer que esta ola de sanciones van a hacer a la nación clamar ayuda y pedir perdón, hay que ser un mal planificador y no saber nada de la política exterior de Moscú”.
Sobre la propuesta del secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, quien recientemente visitó Rusia y Ucrania, de que otros países cooperen con la ONU a implementar corredores humanitarios para la evacuación de civiles Lavrov afirmó: “No hay necesidad de ayuda para los corredores. Sólo hay un problema... dichos puentes de evacuación de civiles están siendo ignorados por los ultranacionalistas ucranios”.
El máximo diplomático ruso aseguró que cualquier arma que llegue a territorio eslavo desde Occidente es también un objetivo legítimo para las fuerzas rusas y afirmó que Moscú conoce las rutas por las que se suministran armas a Kiev.