Quito. El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, anunció anoche que establece el estado de excepción en tres provincias costeras, donde además desplegará a 9 mil miembros de la policía y las fuerzas armadas con la finalidad de combatir la delincuencia y la inseguridad causada por el narcotráfico.
“He declarado estado de excepción en las provincias de Guayas, Manabí y Esmeraldas (oeste), efectivo desde la medianoche de hoy. En especial, regirá el toque de queda desde las 23 hasta las 5 (horas locales) en las parroquias Esmeraldas, Eloy Alfaro, del cantón Durán, y Ximena y Pascuales, de la provincia del Guayas”, dijo Lasso en un mensaje a la nación. La medida regirá por 60 días. Adelantó que las calles sentirán el peso de la fuerza pública, con 4 mil efectivos de la policía y 5 mil miembros de las fuerzas armadas, que serán desplegados en las tres provincias para imponer la paz y el orden.
“Vamos a llevar el combate a los delincuentes hasta el mismo territorio en que intentan ocultarse ellos y sus sucias mercancías (…), un despiadado enemigo quiere poner a prueba nuestra determinación y voluntad, pero sólo encontrará la más contundente derrota”, destacó Lasso al referirse a los altos niveles de inseguridad y delincuencia que afectan sobre todo a las tres provincias.
Allí operan varias bandas criminales, entre ellas Los Choneros y Tigerones, a cuyos líderes las autoridades responsabilizan de ser los mentalizadores y ejecutores de las masacres carcelarias, que sólo el año pasado costaron la vida a más de 300 presos, cruelmente asesinados en diversas cárceles del país andino.
De la mano del narcotráfico ha crecido la delincuencia, que deja mil 255 muertos en el primer cuatrimestre del año, según cifras oficiales. Cerca de 440 crímenes se han producido en Guayaquil y Durán. Desde febrero de 2021 también se han desatado en Ecuador varias matanzas entre presos miembros de bandas vinculadas al narcotráfico, con 350 fallecidos.
La policía y los militares realizarán una operación coordinada, con controles perimetrales, operativos especiales e investigación proactiva.
Las bandas criminales en Ecuador, aliadas de cárteles del narcotráfico, sobre todo mexicanos, operan sembrando terror en las calles de casi todo el país y al interior de los recintos carcelarios. La ola delictiva y de muertes violentas, según las autoridades, alcanza ya niveles récord.
En días recientes hubo amenazas de bombas en complejos judiciales y un carro bomba explotó afuera de un recinto penitenciario en la provincia de Guayas, que se encuentra contiguo a la cárcel de máxima seguridad La Roca, donde están detenidos seis cabecillas de las masacres en las cárceles.