Ciudad de México. Un viaje hasta el periodo Cretácico de la era Mesozoica, hace unos 67 millones de años, inspira la propuesta de la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (Ofunam) para deleitar en el Día del Niño con música alegre y aventurera. Tiranosaurio Sue es la obra del compositor Bruce Adolphe en la que, con ayuda del trombón, da voz a esta T-Rex impresionante de 12 metros de largo y cuatro de altura, de acuerdo con los huesos que se hallaron en 1990 en Dakota del Sur. ¿Cuáles serán los misterios que contará este fascinante animal prehistórico?
La dirección de Música de la UNAM preparó dos conciertos especiales para el público infantil, en los cuales, además de la pieza sobre dinosaurios, se presentará otro par de obras más conocidas y tradicionales para el público infantil. Una de ellas es Pedro y el lobo, del ruso Serguéi Prokófiev, que completa el programa de la Ofunam para este 30 de abril, a las 18 horas, en la sala Nezahualcóyotl (con precios entre 100 y 240 pesos). También se transmitirá en vivo por la página www.musica.unam.mx.
En un segundo concierto de este ciclo titulado La niñez y la música, la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata (OJUEM) nos ofrecerá La historia del soldado, de otro compositor ruso, Ígor Stravinski. Se harán dos presentaciones, hoy a las 13 y 17 horas, en el anfiteatro Simón Bolívar (Justo Sierra 16). El costo del boleto es de 50 pesos.
Stravinski (1882-1971) retoma una leyenda rusa para relatar el trágico episodio de un soldado, quien vende al diablo su violín (que representa su alma) a cambio de un libro que le ayuda a predecir el futuro. Sin embargo, decide luchar por recuperar sus preciados bienes. La obra de cámara para siete instrumentos y tres actores será contada también con títeres. Cuenta con la dirección musical de Raúl Zambrano y la dramaturgia de Haydeé Boetto.
Una vida de aventura
Susan Hendrickson es una exploradora y coleccionista de fósiles. El 12 de agosto de 1990 encontró en una reserva de indios cheyenes, en la montaña Black Hills, el esqueleto de un tiranosaurio rex, el más grande, completo y mejor preservado hallado hasta ese momento. El T-Rex es de las especies de dinosaurio más las populares, por su ferocidad, fácilmente identificable por sus bracitos, su fuerte cola y afilada dentadura. Los restos se exhiben ensamblados en el Museo Field de historia natural en Chicago. Su nombre rinde honor a su descubridora.
Después de la recuperación de los huesos incrustados en la tierra, siguió una batalla de legal de varios años para determinar a quién pertenecía Sue. Finalmente, el dueño de las tierras donde fue encontrada ganó y el fascinante esqueleto fue subastado; el museo lo compró por 8.4 millones de dólares, una de las cantidades más altas por un fósil, que el importante recinto en Chicago logró adquirir gracias al apoyo de la iniciativa privada, principalmente la compañía del payaso que vende hamburguesas. Hasta el día de hoy Sue recibe a los visitantes con su aterradora sonrisa que no pasa desapercibida e inspira miles de selfis.
El compositor, pianista y escritor Bruce Adolphe (Nueva York, 1955) estrenó en 2000 la obra Tyrannosaurus Sue: A Cretaceous Concerto. A lo largo de unos 30 minutos hace un recorrido por la feroz vida de la célebre T-Rex, desde su nacimiento, su juventud como exploradora, sus luchas y batallas, su muerte y una parte sobre el mundo después de la extinción de los dinosaurios.
Al igual que Prokófiev, Adolphe utilizó distintas voces tímbricas para dotar de personalidad a los personajes. El trombón, el instrumento de metal parecido a una trompeta, ayudará a oír a la protagonista, mientras el corno francés a los triceratops y el clarinete al troodon. Pamela Almanza será la narradora para esta obra en el próximo concierto de la Ofunam, que dirigirá Luis Manuel Sánchez.
Adolphe, como compositor contemporáneo, se ha inspirado en diversas áreas de conocimiento para escribir sus partituras, por ejemplo, en 2009 el chelista Yo-Yo Ma hizo el estreno mundial de Self Comes to Mind –inspirada en la neurociencia–, de derechos civiles e incluso para la NASA. En su trabajo de educador musical para las infancias hace interdisciplina con la literatura, la historia y las artes visuales. Ha dedicado su música al pintor Gauguin y al dramaturgo Shakespeare, incluso a la energía eólica, entre otros temas.