Son seis los periodistas asesinados en lo que va del año, precisó el subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía. Indicó que de acuerdo con las primeras conclusiones de las indagatorias por estos casos, al menos uno apunta a que el móvil del crimen tuvo relación con la actividad profesional de la víctima.
El funcionario participó ayer en la conferencia matutina del Presidente, donde presentó algunos de los “avances” que han alcanzado autoridades de diferentes órdenes de gobierno en las indagatorias por estos casos: 19 presuntos responsables detenidos o buscados y 16 vinculados a proceso.
Con base en la información que presentó, Mejía lanzó sus dados contra los señalamientos que semanas atrás realizara el Parlamento Europeo, que criticó “de manera infundada” la actuación del gobierno federal para proteger a los periodistas al afirmar que este año se presentaba una alta tasa de criminalidad contra el gremio.
El subsecretario criticó que ese Parlamento no considerara las detenciones, investigaciones y operativos que diversas instancias de gobiernos locales y del federal han implementado para esclarecer los crímenes y sancionar a los responsables, y que a pesar de ello “no ha rectificado ni ha atenuado su posición”.
Aun cuando diversas organizaciones nacionales e internacionales han denunciado que van ocho comunicadores ultimados en 2022, Mejía insistió que sólo se pueden confirmar seis con base en los reportes de las fiscalías que conducen las indagatorias.
Los primeros avances en la investigación sobre el asesinato de Heber López, suscitado el 10 de febrero en Salina Cruz, Oaxaca, apuntan a que el ataque estuvo relacionado con su actividad profesional.
“Este caso fue atraído por la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (de la FGR). El proceso está en la etapa de investigación complementaria y se realizó análisis del contexto y del trabajo periodístico que determina que el móvil del asesinato fueron publicaciones que realizó y que agraviaron al grupo que está atrás de los autores materiales”. Agregó que ya se tiene identificado a un posible autor intelectual.
El homicidio en Tijuana, Baja California, el 23 de enero, de la periodista Lourdes Maldonado causó conmoción nacional e internacional debido a que ella misma había advertido de amenazas en su contra y contaba con medidas de protección del gobierno del estado. Al respecto, Mejía señaló que las indagatorias de la autoridad local ubican que estaría ligado al de Margarito Martínez, ocurrido seis días antes.
“Hay una vinculación entre ambos homicidios con un mismo grupo criminal, que es un remanente del cártel de los Arellano Félix, liderado por El Cabo 16, detenido junto con otros sicarios por estos delitos.”
La línea de investigación en el caso de Maldonado, dijo, apunta a que el crimen se dio en represalia porque la comunicadora presentó una denuncia cívica (no periodística) sobre las actividades de un grupo de narcomenudistas que operaba en el área donde residía.
Los otros casos son José Luis Gamboa, cuyo sobrino está detenido como posible responsable; Juan Carlos Muñoz, del que se tiene ya a un sospechoso, y Armando Linares López, caso para el que hay órdenes de aprehensión contra dos implicados.