Ciudad de México. Al destacar las motivaciones para promover una nueva reforma electoral, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que “sería una gran irresponsabilidad” de su parte “surgir de un movimiento democrático, venir de una lucha democrática, llegar a la Presidencia, tener la facultad para presentar una iniciativa de reforma constitucional y no hacerlo porque se van a enojar los oligarcas o sus voceros, o sus intelectuales orgánicos o sus achichincles”.
Para el Presidente, el país arrastra un rezago histórico en materia democrática, pues el pasado ha sido una cadena de “imposiciones, de fraudes. No creo que haya otro país –y es vergonzoso– con más fraudes electorales que México, con más imposiciones, con falta de democracia, con predominio de partidos únicos, con mafias del poder dominando el país, con grupos de intereses creados que mandan, deciden, que hayan llegado al extremo de subordinar a todos los poderes públicos”.
Sobre un eventual nuevo rechazo de la oposición a estos cambios constitucionales como ocurrió con la reforma eléctrica, López Obrador estimó que esta vez lo “van a pensar mejor porque la gente no quedó contenta con ellos”.
Confió en que ahora se serenen, aunque “¿cómo le van a hacer caso a Claudio X. González? Son cosas distintas. Él es un auténtico representante del poder económico. ¿Qué tiene que ver con los partidos políticos? No se puede mezclar, no se puede alimentar, nutrir el poder económico y el poder político”.
–¿Con la eliminación de los plurinominales no se perderá el equilibrio democrático? ¿Esa es la intención, perder equilibrios?
–No, se está garantizando el voto de los ciudadanos, es la aplicación plena de la democracia, van a ser los ciudadanos los que van a elegir libremente a sus representantes. Y se cuida también que todos puedan participar en las elecciones y puedan tener espacios en el Congreso. Quien va a decidir sobre los diputados van a ser los ciudadanos. No hay la intención de que se imponga un partido único, lo que queremos es que haya una autentica democracia.
Recordó la actuación de la autoridad electoral en 2006, cuestionando el papel de Vicente Fox, quien llegó a la Presidencia como esperanza democrática. “Llega y se convierte en un traidor a la democracia, porque lo primero que hace es un fraude, para que la oligarquía impusiera a Calderón, cuyas acciones posteriores desataron una crisis económica y de seguridad que arrastra México”.
También ocurrió con Enrique Peña Nieto, cuando se utilizaron grandes cantidades de dinero para comprar votos que se hubiera podido evitar, pues “generó una mayor decadencia en México”.
Al referirse a puntos específicos de las propuestas, subrayó que cancelar las diputaciones plurinominales obedece a que son postulaciones relacionadas con los dirigentes políticos para tener influencias. En cuanto a la desaparición del INE y los institutos locales para crear una sola autoridad nacional, López Obrador sostuvo que en la actualidad es un aparato muy oneroso, pues al INE se le destinan 20 mil millones de pesos.