Washington. Más de 200 niños separados de sus padres bajo el gobierno del ex presidente estadunidense Donald Trump han sido reunidos con sus familias, afirmó ayer el secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas.
“Hasta el momento, hemos reunido a más de 200 niños separados de sus padres y se estima que hay aproximadamente mil más que siguen separados”, dijo.
El Destacamento Especial para la Reunificación de Familias “se ha puesto en contacto con más de 500 padres y casi 400 niños están en el proceso de reunificación”, agregó Mayorkas ante el Comité de Justicia de la Cámara de Representantes.
El Departamento de Seguridad Interior sigue en contacto con ONG para localizar a las familias, “pero uno de los mayores obstáculos que tenemos (...) es vencer la desconfianza que sembró la administración anterior a través de sus crueles políticas, y muchos todavía tienen miedo por el trauma que vivieron”, añadió.
Bajo la política de “tolerancia cero” aplicada por Donald Trump de 2017 a enero de 2021, miles de niños fueron separados de sus familias para desalentar la masiva llegada de migrantes, en su mayoría de Centroamérica, pero muchos ya fueron reunidos durante este mandato.
Cuando el presidente estadunidense Joe Biden llegó a la Casa Blanca prometió una política migratoria más “humana” y creó un grupo para reunir a los niños que seguían separados de sus progenitores.
“Les estamos permitiendo reunirse aquí en Estados Unidos y les damos un permiso humanitario para que tengan cierto nivel de estabilidad por un periodo de tres años, que es renovable dependiendo de las circunstancias de cada caso”, explicó Mayorkas, quien esta semana asistió a distintos comités de la Cámara de Representantes para hablar del presupuesto de su departamento para el próximo año fiscal.
Biden apoya una compensación para las familias migrantes separadas, pero su gobierno abandonó las negociaciones con los abogados que presentaron demandas judiciales a nombre de algunas de ellas. Los demandantes, que buscan indemnizaciones por lo que consideran un daño sicológico, anunciaron que seguirán adelante con las querellas.
A lo largo de sus comparecencias esta semana, Mayorkas insistió en que la solución a la crisis migratoria en la frontera con México pasa por abordar las causas de la migración y una legislación. “Tenemos que arreglar nuestro sistema de inmigración roto y (...) está roto en muchos aspectos”, reiteró ayer.
Cuando llegó a la Casa Blanca, Biden propuso una vía hacia la ciudadanía para 11 millones de indocumentados en un país que lleva 35 años sin una ley de este tipo, pero nunca se votó.
En este contexto, los republicanos emprendieron nuevos intentos para impedir que Biden cambie la forma en que se manejan las solicitudes de asilo en la frontera de Estados Unidos: Texas y Arizona pidieron a las cortes bloquear nuevos procedimientos que podrían decidir los casos de asilo en meses, en lugar de años.
Las demandas se inscriben en una semana ajetreada en torno a las políticas de inmigración del país. La Suprema Corte federal analizó una norma que obliga a los solicitantes de asilo a aguardar en México la resolución de sus procesos, conocida como Quédate en México, y un juez federal de Luisiana suspendió temporalmente la eliminación gradual de las restricciones al asilo previstas en el denominado Título 42.