Kiev. Varios misiles fueron disparados contra Kiev ayer durante una visita del secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, y uno de ellos impactó en la base de un edificio residencial, con saldo de un muerto y varios heridos.
Reuters señaló que no pudo verificar de forma independiente la causa de las explosiones.
Los ministros ucranios de Defensa, Oleksii Reznikov, y de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, señalaron que las explosiones fueron causadas por misiles rusos. Testigos de Reuters informaron antes que se habían oído dos explosiones.
El presidente ucranio, Volodymir Zelensky, declaró que los ataques tenían la intención de “humillar” a la ONU; en tanto, Guterres y la comitiva que lo acompañó en Kiev se sintieron “conmocionados” por la proximidad de los bombardeos, indicó un vocero de Naciones Unidas.
Horas antes de las detonaciones, en las cercanías de la capital, Guterres describió la guerra como un “absurdo en el siglo XXI” e instó a Moscú a cooperar con la investigación internacional sobre esas presuntas atrocidades.
Kiev goza de una relativa calma desde que las fuerzas de invasión rusas fracasaron en su intento de capturarla ante la dura resistencia y se retiraron hace varias semanas, pero sigue siendo vulnerable al armamento pesado de largo alcance.
Las explosiones sacudieron el céntrico barrio de Shevchenko de Kiev y tres heridos fueron hospitalizados, informó el alcalde Vitali Klitschko en un mensaje de Twitter, mientras rescatistas reportaron un fallecido y varios lesionados.
Las bombas, que generaron columnas de humo negro al aire, se produjeron poco después de que Zelensky y Guterres ofrecieron una conferencia de prensa en la que el secretario general de la ONU condenó las atrocidades cometidas en poblados como Bucha, donde se halló evidencia de asesinatos masivos de civiles tras la retirada de las tropas de Rusia, de acuerdo con autoridades de Ucrania.
Guterres declaró a la emisora portuguesa RTP: “Hubo un atentado en Kiev (...) me conmocionó, no porque yo esté aquí, sino porque Kiev es una ciudad sagrada tanto para los ucranios como para los rusos”.
El jefe de gabinete de Zelensky, Andriy Yermak, explicó que las explosiones eran “la prueba de que necesitamos una rápida victoria sobre Rusia. Debemos actuar rápidamente: más armas, más esfuerzos humanitarios, porque cada día Ucrania paga un alto precio por la protección de la democracia y la libertad”.
En tanto, se reportaron detonaciones en diversos puntos del país, desde Polinne en el oeste, Chernígov cerca de la frontera con Bielorrusia, y en Fastiv, un importante centro ferroviario al suroeste de la capital. El alcalde de Odesa, en el sur, indicó que las defensas antiaéreas inutilizaron cohetes.
Las autoridades ucranias también reportaron una intensa ofensiva en la región del Donbás –el centro industrial del este de Ucrania que el Kremlin declara que es su principal objetivo–, y cerca de Járkov, una ciudad nororiental a las afueras del Donbás que es considerada clave en el conflicto.
En Zaporiyia, importante estación de paso para las decenas de miles de personas que huyen de Mariupol, un niño de 11 años se encontraba entre las tres personas que resultaron heridas por un ataque con cohetes que, según las autoridades, fue el primero en impactar una zona residencial de la ciudad desde que comenzó la guerra. Fragmentos de vidrios rotos penetraron la pierna del menor de edad hasta el hueso.
En la destruida ciudad portuaria de Mariupol, en el sur de Ucrania, combatientes ucranios atrincherados en Azovstal, la planta acerera que representa el último bastión de la resistencia, se reportó que tras ataques nocturnos hay más muertos y heridos.
Fotografías satelitales analizadas por The Associated Press también mostraban que el fuego ruso se intensifica en Mariupol. Las imágenes mostraban cómo los ataques concentrados causaron importantes daños en Azovstal.
Rusia advirtió a Occidente que habrá una dura respuesta militar a cualquier nuevo ataque contra el territorio ruso, al acusar a Estados Unidos y a sus principales aliados europeos de incitar abiertamente a Ucrania a agredir a Rusia.
“En Occidente están llamando abiertamente a Kiev para que ataque a Moscú, incluso con el uso de armas recibidas de los países de la OTAN (Organización del Atlántico Norte)”, declaró la portavoz de la cancillería rusa, María Zajárova, a los periodistas en Moscú. “No les aconsejo que pongan más a prueba nuestra paciencia”.
El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov señaló que “la tendencia de abastecer con armas, incluidas las pesadas, a Ucrania y otros países, son acciones que amenazan la seguridad del continente, pues provocan inestabilidad".
Casi 140 personas quedaron atrapadas en dos minas en la república popular de Donietsk tras ataques lanzados por militares ucranios, informó el mando militar prorruso.