Washington. El crecimiento de la economía de Estados Unidos –la más grande del mundo y principal socio comercial de México– tuvo un frenazo inesperado en el primer trimestre, en momentos en que el resurgimiento de los casos de Covid perturbó la actividad e incrementó el déficit comercial de ese país.
El producto interno bruto (PIB) tuvo una contracción anual de 1.4 por ciento de enero a marzo (el porcentaje proyectado a 12 meses si se mantuvieran las condiciones al momento de la medición). Los analistas esperaban un crecimiento de 1.1 por ciento. Si se compara con el trimestre anterior, el descenso es de 0.4 por ciento, de acuerdo con la primera revisión dada a conocer el jueves por el Departamento de Comercio. El dato constituye la primera contracción de la economía estadunidense desde que la pandemia de Covid-19 impactó al país a principios de 2020.
El presidente Joe Biden dijo que “no está preocupado por una recesión”, al señalar que la economía es resiliente y el aumento en el gasto de los consumidores y las empresas, así como el bajo desempleo, refuerzan su opinión de que la primera economía mundial está en buena forma.
“La economía estadunidense, impulsada por las familias trabajadoras, sigue siendo resiliente frente a los desafíos históricos”, dijo el mandatario, al subrayar que “factores técnicos” afectaron el desempeño entre enero y marzo. Para considerar a una economía en recesión, se necesitan dos trimestres de contracción.
El primer trimestre marca así una clara reversión sobre la tendencia que se marcó en el último trimestre de 2021, cuando el crecimiento del PIB de Estados Unidos fue de 6.9 por ciento anual.
El frenazo se debió a la disminución del gasto público, aumento de las importaciones y disminución de las exportaciones.
(Con información de Reuters)