México busca hacer mayor uso de las líneas de crédito con organismos internacionales para ayudar al financiamiento de proyectos de infraestructura, más allá del presupuesto y la banca de desarrollo.
“Vamos a hacer más uso de las líneas multilaterales porque es una reserva de financiamiento y no la hemos llevado a pleno potencial”, dijo Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda y Crédito Público.
El país tiene acceso a financiamiento del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco de Desarrollo de América Latina y el Banco Interamericano de Desarrollo.
En una conferencia con Americas Society/Council of the Americas, el secretario reiteró que se busca mantener presupuestos fiscales sostenible con una deuda por debajo de 50 por ciento del producto interno bruto (PIB).
Explicó que hasta el momento los topes de financiamiento aprobados por el Congreso se mantienen entre 2.7 y 2.8 por ciento del PIB y el objetivo de la actual administración es no rebasarlos.
Debemos ser “extra cuidadosos en esta etapa en la que ya vemos que hay aumentos de la reserva federal, encarecimiento de los créditos y en general un clima en el que se nota a leguas que ya se estrechó la liquidez”, abundó.
Sostuvo que las obras que realiza el Estado son para después dar pie a grandes proyectos de la iniciativa privada. En ese sentido se ha hablado con algunas empresas para “darles la seguridad de que aquí es una inversión a largo plazo que pueden tener”.
A tres años de que se hablara de la creación del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y con él la creación de parques industriales con incentivos fiscales como los de la frontera norte, la SHCP sigue estudiando cómo serán los subsidios en la región.
Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, dijo que el gobierno diseña un plan de incentivos fiscales, “todavía no se ha publicado, lo estamos estudiando”, sobre cómo desarrollar la zona y generar empleo alrededor de la vía férrea que pasará cerca de 10 parques industriales.
Las firmas han recalcado que requieren programas de incentivos que les permitan aumentar la tasa de retorno para poder realizar las inversiones de manera continua en el Istmo, más allá de las reducciones en el impuesto sobre la renta y el valor agregado.