El pugilista mexicano Óscar Valdez conoce la sensación de no ser el favorito, y aprovechará esta situación para salir “con mayor motivación” y “morirse en la raya” este sábado cuando se enfrente al estadunidense Shakur Stevenson, en una batalla que se llevará a cabo en el MGM Grand de Las Vegas y que unificará la división de los superplumas.
Valdez expondrá el título del Consejo Mundial de Bo-xeo (CMB), y Stevenson el de la Organización Mundial de Bo-xeo (OMB), en una contienda en la que las apuestas marcan al estadunidense como el peleador predilecto.
“Las probabilidades están en mi contra, y todos piensan que me pisoteará, pero al igual que contra (Miguel) Berchelt, usaré eso como motivación. Sé que tengo una pelea difícil, pero no es algo que no haya hecho antes”, señaló Valdez, quien ostenta una marca de 30-0 y 23 nocauts.
“Siento que Shakur (17-0, 9 nocauts) es el tipo de peleador que va a sacar lo mejor de mi boxeo. Quiero que mi nombre esté al lado de los grandes campeones mexicanos, y esta es la clase de pelea que me puede poner ahí”, agregó el sonorense.
Bolsa millonaria para Amanda Serrano
Por otra parte, la bolsa de la puertorriqueña Amanda Serrano ante la irlandesa Katie Taylor podría llegar a los 2 millones de dólares en caso de ganar el combate, dijo su promotor Jake Paul.
Serrano se enfrentará este sábado a la dueña de los cinturones de peso ligero de la AMB (Asociación Mundial de Boxeo), OMB, CMB y FIB (Federación Internacional de Boxeo) en el Madison Square Garden de Nueva York. Será la primera vez que una función de boxeo en este emblemático recinto sea encabezado por dos mujeres en 120 años.
“Es una ocasión especial para mí, para encabezar una gran contienda como ésta, es la mayor pelea de la historia del boxeo femenino. Es increíble y un verdadero privilegio, me encanta participar en este tipo de combates, estos son los retos que siempre he querido, buscando enfrentarme a las mejores”, aseguró Taylor.
Asimismo, la irlandesa negó ser la favorita, pues consideró que ambas tienen la posibilidad de llevarse el triunfo.
“Definitivamente es una pelea al 50 por ciento. Mucha gente me tendrá a mí (como la favorita), y otros la tendrán a ella.”