Fundado en 2013, agrupa a la ultraderecha de España. Tiene alianzas con otros partidos y líderes religiosos y conservadores en Europa y América Latina. Su meta es “frenar la hegemonía de la izquierda en la cultura, la educación y el Estado para defender la libertad y la vida”, y erradicar el comunismo en el mundo.
Se trata de Vox, el partido que ya cuenta con representantes en el Parlamento español y cogobierna en la provincia de Castilla-León. Tiene nexos ideológicos y culturales con personalidades de la derecha latinoamericana, como el chileno José Antonio Kast, derrotado en la reciente elección presidencial por Gabriel Boric; el diputado brasileño Eduardo Bolsonaro; la líder peruana Keiko Fujimori, y los ex presidentes colombianos Andrés Pastrana y Álvaro Uribe.
México es cuna de Vox. Se inspiró en El Yunque, organización secreta de ultraderecha católica y paramilitar, con la cual tiene estrechas relaciones. Fue creada en 1953 en la ciudad de Puebla para “defender la religión católica y luchar contra las fuerzas de Satanás e instaurar el reino de Cristo en la Tierra”. Después extendió su poder en varias regiones del país y el PAN.
Vox está en sintonía con las propuestas que enarbola en Francia el movimiento de ultraderecha que encabeza Marine Le Pen, derrotada en los comicios del domingo pasado. Le Pen centró su propuesta electoral buscando aprovechar el malestar que existe entre amplias capas de la población por la situación económica y social. Lo mismo hizo Donald Trump en las elección estadunidense de 2016.
Entre las medidas que Vox incluye en su programa figuran deportar a los migrantes documentados e indocumentados; suspender las autonomías,como la de Cataluña, y desaparecer sus agrupaciones políticas; defender las “gestas y hazañas nacionales”, así como la bandera, el himno y la corona, “símbolos de la unidad de España”; derogar la ley de violencia de género; suprimir organismos feministas patrocinados por el gobierno; negar el aborto como derecho de las mujeres, y defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
También, suprimir la Ley de Memoria Histórica, que ordena retirar de los edificios y espacios públicos escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación personal o colectiva del levantamiento militar, de la guerra civil y de la represión de la dictadura franquista. Vox, un peligro para la democracia española.