En los centros penitenciarios estatales prevalecen condiciones que representan riesgos para la protección de los derechos humanos de los internos, como sobrepoblación, incremento en las riñas y abusos, además de insuficiencia de personal y custodia, y autogobierno. Según el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2021 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), las evaluaciones de las cárceles que dependen de los estados, en lugar de mejorar, van a la baja.
En la presentación, Hilda Téllez, encargada de despacho de la Tercera Visitaduría General de la CNDH, expuso que en el sistema estatal el promedio de evaluación nacional es de 6.20, en una escala del uno al 10. Se identificó que 13 centros tienen una calificación entre 4.21 y 5.95, las más bajas, correspondientes a Baja California, Campeche, Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas y Zacatecas. Sólo cinco tuvieron un promedio de entre 7.2 y 7.77, de los más altos, en Chihuahua, Ciudad de México, Morelos, Querétaro y Tlaxcala.
La sobrepoblación es una constante que no ha podido combatirse, destacó. De los 233 centros que visitó la CNDH, en 121 se detectó esta problemática; entre ellos, 16 en el estado de México, 14 en Guanajuato, 13 en Hidalgo y 10 en Puebla.
Respecto a los incidentes de violencia, el diagnóstico arrojó que mientras en 2020 se reportaron 622 riñas en centros penitenciarios estatales, en 2021 fueron 929; los abusos también aumentaron, al pasar de 36 a 42. Disminuyeron los homicidios, de 70 a 39; los suicidios, de 100 a 94, y los motines, de 8 a 7. En 2021 se reportaron 15 huelgas de hambre y 11 fugas.
Las principales irregularidades detectadas por el personal de la CNDH fueron la inadecuada clasificación de las personas privadas de la libertad, insuficiencia de vías para la remisión de quejas, falta de personal de seguridad y custodia, así como deficientes condiciones materiales y de higiene en las instalaciones.
También alertaron que en 44 centros se observó que los internos realizan o participan en actividades propias de la autoridad.
Respecto a los centros federales, Téllez informó que éstos tuvieron una calificación promedio de 7.58. La evaluación más baja fue de 6.72, del Cefereso de Sonora.
Sobre las prisiones militares, personal visitó la totalidad de éstas en Jalisco, Sinaloa y Ciudad de México. El promedio de calificación fue de 8.69, y la principal irregularidad fue la insuficiencia de actividades laborales y de capacitación.