Por segunda vez desde que comenzó lo que denomina “operación militar especial” en Ucrania, el titular del Kremlin, Vladimir Putin, amenazó con usar su arsenal nuclear contra cualquiera que intente revertir sus planes, un día después de que Estados Unidos convocó a 40 países para exigirles que suministren más armamento a Kiev.
“Si alguien llega a atreverse a interferir en los acontecimientos y crear amenazas inaceptables para Rusia de carácter estratégico, debe saber que nuestros golpes de respuesta frontal serán demoledores y rápidos. Disponemos de todos los instrumentos necesarios, que en este momento nadie más puede presumir.”
Y añadió: “nosotros no queremos presumir, sólo los vamos a utilizar, si hiciera falta. Quiero que todo el mundo lo sepa, todas las decisiones ya están tomadas”.
El 27 de febrero, tres días después de comenzar la guerra, Putin hizo la misma advertencia, por primera ocasión, al anunciar que había ordenado poner en estado de máxima alerta todo el arsenal nuclear de Rusia.
El presidente ruso reiteró la amenaza ayer en San Petersburgo, su ciudad natal, al hablar ante los miembros del Consejo de Legisladores, instancia consultiva de la cámara alta del Senado, en ocasión del Día del Parlamentarismo en Rusia.
En su discurso, transmitido en directo por los principales canales de la televisión púbica rusa, Putin elogió a sus tropas, que “cumplen heroicamente su deber para garantizar, en una perspectiva histórica, la paz y la seguridad para los habitantes de las repúblicas populares de Donietsk y Lugansk, de la Crimea rusa y de todo nuestro país”.
El titular del Kremlin justificó su decisión de comenzar la guerra al decir que el gobierno de Ucrania “adoptó en sus documentos doctrinales, en los de ahora, el ataque militar contra Crimea y el Donbás (las regiones de Donietsk y Lugansk) y destinó para su pueblo el papel de carne de cañón”.
Putin está convencido de que tomó la decisión correcta al ordenar la invasión. “De un tiempo para acá, el régimen de Kiev empezó a hablar de hacerse con armas nucleares, apareció en territorio ucranio toda una red de laboratorios biológicos occidentales, empezó el suministro constante del armamento más moderno; todo esto confirma que nuestra reacción a esas intenciones cínicas resultó ser oportuna y adecuada”, señaló.
El mandatario ruso acusó a “los enemigos de nuestro país”, en alusión a Estados Unidos y los otros 47 países hostiles que según su gobierno tiene Rusia, de crear una suerte de “arma geopolítica al apostar por los sentimientos antirrusos y el neonazismo, convirtiendo –de año en año, de manera impertinente y cínica– en una ‘anti-Rusia’ a Ucrania”.
Para Putin, cuando Ucrania se volvió independiente, Rusia confiaba en tener como vecino un país amistoso con el cual estrechar la cooperación de todos los ámbitos.
“Desde luego, nadie podía imaginarse que surgiría una ‘anti-Rusia’ en territorios históricamente rusos, algo que no podemos permitir”, concluyó.