Berlín. La inflación de Alemania -la mayor economía de la zona euro- alcanzó en abril su nivel más alto en más de cuatro décadas, empujada por el gas natural y los productos petrolíferos, cuyos precios han aumentado considerablemente desde la invasión de Rusia a Ucrania.
Los precios al consumo subieron 7.8 por ciento anual, un aumento respecto a 7.6 por ciento de marzo, informó el jueves la Oficina Federal de Estadística.
Según la oficina de estadística alemana, la última vez que se registró una tasa de inflación tan alta como la de este mes en ese país fue en otoño de 1981, como consecuencia de la primera Guerra del Golfo.
“La esperada ligera relajación de la presión inflacionista, que parecía tangible a la vista de la caída de los precios de la gasolina, no se ha materializado una vez más”, dijo el analista del banco LBBW, Elmar Voelker.
Para el Banco Central Europeo (BCE), “esto se lee como otra clara petición de que abandone por fin sus vacilaciones en cuanto a la salida de su política monetaria ultralaxa”, añadió Voelker.
Los precios de la energía han hecho subir los costos, y los precios de producción de marzo -el primer mes que refleja la guerra en Ucrania- experimentaron el mayor aumento interanual desde que se iniciaron los registros en 1949, lo que supone una mala noticia para la inflación al consumo.
El gobierno alemán prevé una tasa de inflación de 6.1 por ciento en 2022 y de 2.8 por ciento el año que viene, basándose en los efectos de los precios de la energía en la mayor economía de Europa, según informó el miércoles el Ministerio de Economía.
En tanto en España, la inflación en abril se desaceleró a 8.4 por ciento desde 9.8 por ciento del mes previo.
Mientras que el viernes se conocerá el dato para el conjunto de los 19 países de la zona euro, que los analistas prevén sea de 7.5 por ciento, similar al récord que ya tocó en marzo. También se esperan las cifras de Francia e Italia.
El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, dijo el jueves que el banco central debe vigilar de cerca el reciente aumento de las expectativas de inflación por encima de su objetivo de 2 por ciento
Un indicador clave de las expectativas de inflación a largo plazo de la zona euro se situó en 2.4 por ciento, en torno a su nivel más alto en una década.