Kiev. El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, llegó ayer a Kiev, procedente de Moscú, para entrevistarse con el presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, luego de sostener un encuentro con el mandatario ruso, Vladimir Putin.
“Seguiremos trabajando para ampliar la ayuda humanitaria y garantizar la evacuación de civiles de las zonas de conflicto (en Ucrania)”, tuiteó Guterres.
“Cuanto antes termine esta guerra, mejor será para Ucrania, Rusia y el mundo”, añadió en su mensaje.
Al cierre de esa edición no había reportes de cuándo se reunirá con Zelensky, quien el fin de semana reprochó que el secretario general de la ONU viera primero a Putin.
Durante las conversaciones que mantuvo con el jefe del Kremlin en Moscú, Guterres repitió sus peticiones a Ucrania y Rusia para que trabajen juntos en crear corredores humanitarios “seguros y eficaces” en las zonas en conflicto.
En terreno bélico, las fuerzas rusas desalojaron al ejército ucranio de Velyka Komyshuvakha y Zavody, en la región de Járkov, y tomaron el control de Zarichne y Novotosh-kivske, en la región de Donietsk.
El ministerio ruso de Defensa afirmó que destruyó “gran cantidad” de armas suministradas a Ucrania por Estados Unidos y los países europeos durante un bombardeo en el sureste del país.
Rusia bombardeó también el sureste, donde “gran cantidad” de armas suministradas a Ucrania por los países occidentales quedaron destruidas por misiles de alta precisión Kalibr, aseguró la Defensa rusa. Los ataques apuntaron los hangares de una fábrica de aluminio en Zaporiyia, detalló el ministerio en un comunicado, sin precisar qué tipo de armas se destruyeron.
El mando castrense de Ucrania dio a conocer que bombardeó posiciones rusas en la Isla de las Serpientes, en el mar Negro, convertida en símbolo de la resistencia desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.
El ejército ruso también afirmó que había bombardeado 59 objetivos en Ucrania. De éstos, 50 albergaban tropas y cuatro eran almacenes de munición.
Una serie de explosiones se escucharon la madrugada de ayer en la ciudad rusa de Belgorod, cerca de la frontera con Ucrania, mencionó el gobernador regional, Vyacheslav Gladkov, y un depósito de municiones en la provincia estaba en llamas. Gladkov afirmó que ningún civil resultó herido por el incendio que emergió en una instalación cerca de la aldea de Staraya Nelidovka.
El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov, afirmó que prevé “semanas en extremo difíciles” en la guerra contra Rusia, que se apresta a lanzar una ofensiva de gran envergadura.
“Rusia ya ha concentrado fuerzas en el este de Ucrania” y tratará de “ocasionar tantos daños como le sea posible”, provocando “destrucción y dolorosas pérdidas”, agregó.