México fue el segundo país de América Latina y el Caribe donde se logró aumentar la recaudación en el primer año de la pandemia, como resultado de las medidas en contra de la evasión y elusión fiscal, pero también porque el producto interno bruto (PIB) se contrajo, de acuerdo con la publicación Estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe 2022.
El país logró en 2020 aumentar sus ingresos a 17.9 por ciento del PIB. Aún con ello es la sexta economía que menos recauda en la región, sólo por por debajo de Guatemala, República Dominicana, Paraguay, Panamá, Perú, exhibe el documento elaborado por cuatro organizaciones internacionales.
“Solo en cuatro países de América Latina y el Caribe (Argentina, México, Nicaragua y Uruguay) aumentaron los ingresos tributarios nominales entre 2019 y 2020 y, en tres de ellos, también aumentó el PIB nominal”, reporta la publicación.
México es la excepción. Si bien avanzaron los ingresos tributarios en términos nominales, también hubo una caída del PIB, que llevó a un crecimiento de la recaudación de 1.6 puntos porcentuales, la segunda mayor sólo detrás de Antigua y Barbuda, donde el avance fue de 1.7 por ciento.
“(El Servicio de Administración Tributaria) adoptó varias medidas que incluían inspecciones tributarias centradas en la evasión y la elusión, lo que contribuyó a aumentar en 1.6 puntos porcentuales la recaudación tributaria como proporción del PIB en 2020 con respecto a 2019”, detalla el estudio.
Esta estrategia convive con tasas de evasión de impuestos que alcanzan 18.7 por ciento en personas físicas, sobre todo entre trabajadores independientes, y 19.9 por ciento en empresas y sociedades, reporta la publicación a cargo del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
El informe también exhibe que en el primer año de la pandemia cayeron los ingresos derivados de los hidrocarburos y minería en México, 0.9 por ciento, lo que fue compensado con otras fuentes que aumentaron 2.2 por ciento, para un total de 1.3 por ciento. La tendencia muestra, “en parte, las medidas adoptadas para reducir la carga fiscal de Pemex (Petróleos Mexicanos), como la reducción de la tasa utilizada en el cálculo del pago del derecho de participación en las utilidades (Derecho por la Utilidad Compartida)”.
En diciembre de 2019 se redujo de 65 por ciento en 2019 a 58 por ciento en 2020 la tasa que grava el Derecho por la Utilidad Compartida, que se cobra a Pemex. Adicionalmente, en abril de 2020, el gobierno otorgó a la petrolera un crédito fiscal de 65 mil millones de pesos (0.3 por ciento del PIB) para ser utilizado al pago del derecho de participación en las utilidades.
También la producción de petróleo cayó como resultado de la caída de la demanda, y como consecuencia de los recortes de producción acordados por la OPEP+ en abril, de la cual México es miembro.