El empleo de la técnica de la electrografía no es nuevo en el arte en México, sin embargo, desde hace algunos años Víctor Mora (Ciudad de México, 1971) la ha retomado como un lenguaje conceptual que ofrecen ciertos procesos técnicos para generar estampas.
A finales de los años 80, cuando las primeras fotocopiadoras e impresoras láser llegaron a México, artistas como Mónica Mayer y Humberto Jardón emplearon máquinas de este tipo para hacer electrografías, que fueron posibles gracias al uso de materiales técnicos como la transferencia de impresión digital, ya sea a color o en blanco y negro, la fotocopia y la producción a partir de impresos.
En entrevista, Mora apunta que no todo sale manipulado para imprimirse en una hoja: “Por ejemplo, hay piezas en las que hago transferencias sobre papel o tela, o a lo mejor imprimo en hojas blancas, a color o en negro, ya sea con tóner de polvo o tóner de líquidos, que también da calidades diferentes. A partir del tamaño de una hoja carta se arman como rompecabezas las imágenes. Esto se llama multipágina, lo que crea las piezas de gran formato”.
La técnica fue llamada electrografía porque “al proceso de la máquina se le llama electrolisis, entonces es la resistencia del calor, con una resistencia eléctrica o electrónica, más el tóner; todo se conjunta para formar la imagen”.
Mora exhibe bajo el título de Electografía líquida en la Casa de la Cultura Azcapotzalco, que cumple 31 años de existencia –el artista nació y creció en esta alcaldía–. Se trata de 14 obras realizadas con la técnica de la electrografía, a manera de collage, en el que utiliza papel de china, papeles para el patronaje de corte y confección, impresiones digitales, fotocopias, papel tapiz y tintas sobre la tela.
Una de las piezas, que lleva por nombre Familia en conserva, consiste en frascos de vidrio con impresiones láser en acetato encapsuladas con agua. Los tamaños de las demás obras varían entre 1.20 por 1.60 y 2.40 por 4.20. La muestra es la culminación de sus estudios doctorales hechos en el área de la imagen y la gráfica.
El entrevistado empezó a hacer sus investigaciones en electrografía mientras cursaba la maestría en la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México, tiempo en el que trabajó mucho con Alejandro Pérez Cruz, Marcelo Balzaretti y Mario Rangel Faz. En ese entonces, también entró en contacto con los trabajos de Robert Rauchenberg, en los que empezaba a utilizar los impresos y otro tipo de elementos.
“Igual que Andy Warhol, Rauchenberg trajo los elementos publicitarios hacia el arte. Como he trabajado en diseño, también conozco las máquinas de impresión y las llevo al arte. Hay procesos de Rauchenberg que me llamaban mucho la atención”, anotó.
Electrografía líquida, exposición itinerante, permanecerá hasta el 15 de mayo en la Casa de la Cultura Azcapotzalco, avenida Azcapotzalco 605.