A lo largo de la historia, en medio de los progresos tecnológicos, se encuentra una racialización cientificista y colonialista, deploró la escritora y periodista peruana Gabriela Wiener (Lima, 1975), autora de la novela Huaco retrato.
“Ese racismo colonialista es una cuestión que sigue vigente. Lo vemos todos los días en las fronteras. Los conocidos como zoo humanos, en el siglo XIX, están emparentados en la actualidad con las cárceles de migrantes. Las cárceles en Estados Unidos son así de descarnadas y deshumanizadas”, comentó la autora en charla con La Jornada.
Para Wiener, el tema del racismo y el colonialismo no es atendido de manera adecuada. “Los gobiernos deben escuchar más a las comunidades indígenas, sean andinodescendientes o afrodescendientes, cuando les recuerdan, a esos mismos gobiernos, que todavía estamos rodeados de monumentos o estatuas que glorifican la colonización”.
De acuerdo con la autora, “se debe iniciar un profundo proceso de memoria histórica y de reparación, que no quede en dimes y diretes entre presidentes por cuestiones políticas. La memoria histórica tiene que sustentarse en la escucha de los movimientos de resistencia indígenas que llevan diciéndolo hace muchos años”.
Lo que se ha visto, añadió, “es que las fuerzas reaccionarias y ultraconservadoras son las que quieren negar y acallar esas voces de resistencia, porque el supremacismo racial está intacto. El crecimiento de la ultraderecha se va consolidando en distintos países. Esas nostalgias imperiales no hacen más que abonar a los fascismos que ya sabemos dónde terminan. En España todavía la fiesta nacional se celebra el 12 de octubre, cuando en América Latina comenzó uno de los procesos más violentos de genocidio indígena y cultural”.
Gabriela Wiener es autora de los libros Nueve lunas, Sexografías, Llamada perdida, Dicen de mí y el libro de poemas Ejercicios para el endurecimiento del espíritu. Algunos de sus textos han aparecido en distintas antologías y han sido traducidos a inglés, portugués, polaco, alemán, francés e italiano.
Su más reciente trabajo literario es Huaco retrato, en el que se conjuga la autoficción y la memoria familiar para articular una historia de vida íntima y social, marcada por la racialización cientificista, la colonización, el mestizaje y la migración, temáticas que la escritora entreteje con las vicisitudes emocionales y sexuales personales de la protagonista, que son parte de su efectiva relación poliamorosa.
Publicada por Penguin Randon House, en Huaco retrato, la protagonista lleva el mismo nombre que el de la autora, Gabriela Wiener, quien en charla con La Jornada explicó que en la novela se conjugan tres historias.
Una es la del tatarabuelo de la protagonista: el explorador judío austriaco Charles Wiener, quien tuvo un hijo con una mujer peruana, lo que representa esa racialización cientificista, el saqueo colonialista y un origen bastardo; otra, involucra la muerte del padre de la protagonista, lo que implica recordar la doble vida que éste llevó, pues tenía, además de su esposa y sus hijas, una amante con quien también tuvo una hija, y una tercera historia, la de la propia protagonista, una mestiza migrante que vive en España, quien experimenta una crisis emocional con sus dos parejas (un hombre y una mujer), con quienes mantiene una relación poliamorosa.
Entre la ficción y la no ficción, salpicada con cierta ironía y dosis de autoescarnio, en Huaco retrato la cuestión del mestizaje se aborda como “una coartada para justificar la violencia, como un proyecto político homogeneizador y destructor de la diversidad”.
El mestizaje, continuó la autora, es una patraña, “un cuento que nos cuentan como si fuera un movimiento pacificador y para que no recordemos esa violencia colonialista”. En la novela, añade la escritora, “lo mestizo y el migrante es mirado aquí como el buen salvaje y se contrasta con el concepto de lo bastardo”.
Huaco retrato confronta a los patriarcas familiares para rescatar a las matriarcas a través de la abuela, la madre, la amante, que han sido borradas de la historia, y se propone ser una voz anticolonialista y antirracista, concluyó la autora, quien presentó el libro en el Festival del Libro y la Rosa 2022.