Ciudad de México. El Gobierno de la Ciudad de México reactivará las verificaciones a restaurantes del Centro con el propósito de garantizar que los que se encuentren adscritos al programa Ciudad al Aire libre cumplan con los lineamientos sobre la colocación de enseres en la vía pública.
Por tal motivo, en la Gaceta Oficial se publicaron las especificaciones técnicas para la instalación de mesas, sombrillas y toldos en zonas patrimoniales.
La Autoridad del Centro Histórico subrayó que en las inspecciones se pondrá especial atención en calles como Regina y San Jerónimo.
Los lineamientos sólo aplican para restaurantes y no a establecimientos cuya venta principal sean bebidas alcohólicas; los enseres sólo se pueden poner en aceras con un mínimo de tres metros de ancho, de los cuales dos serán para peatones.
El máximo de mesas a instalar es 75 por ciento de las que se tienen dentro de cada local, sólo deben ocupar el frente del mismo y no invadir áreas verdes. Tampoco puede haber televisores, música grabada ni espectáculos en vivo.
En tanto, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en la Ciudad de México y la Secretaría de Administración y Finanzas firmaron seis acuerdos en favor de la reactivación económica de la capital.
Ambas instancias se comprometieron a compartir información sobre la dinámica y crecimiento que tenga el empleo en la urbe con el fin de presentar un frente unido y de confianza para las inversiones.
Con ese esquema apoyarán las mesas de reactivación económica con el sector turístico local, así como una de trabajo con la Coparmex y las secretarías de Finanzas, Desarrollo Económico y Medio Ambiente para impulsar el programa Ciudad Solar y otras opciones energéticas.
Además, habrá mesas de trabajo con Bancomext y Nafin para concretar un plan de apoyo para el fomento de la exportación dirigido a las pequeñas y medianas empresas, informó el organismo.
La Coparmex local se comprometió a potencializar el diálogo con empresarios inmobiliarios a fin de regular la conversión de oficinas a viviendas, para que no sean ocupadas como hoteles simulados y no generar así una distorsión en el mercado de hospedaje.