A unos días de cumplirse 16 años de la represión policiaca en Atenco y Texcoco, estado de México, aún no hay castigo para los responsables intelectuales, reprocharon sobrevivientes de los hechos.
Exigieron ser reconocidos como víctimas de tortura y una reparación del daño, así como hablar directamente con el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez, ya que denunciaron que el personal de la Secretaría de Gobernación los ha recibido con burlas y sin capacidad ni la sensibilidad para dar trámite a sus demandas.
En conferencia de prensa en la Ciudad de México, María Luisa López, integrante del Colectivo de Sobrevivientes de la Tortura de Atenco (Costa), leyó un pronunciamiento en el que lamentó que pese a los años de denuncias constantes, “en este andar varios compañeros se han ido sin alcanzar a ver el castigo a los responsables intelectuales”, situación que, dijo, se ha mantenido en el gobierno actual sin algún cambio.
Sobre la represión sufrida en 2006 por elementos federales y estatales, durante los gobiernos de Vicente Fox y del entonces gobernador Enrique Peña Nieto, explicó que constantemente son llamados a declarar a Toluca como parte de los procesos judiciales, lo cual calificó de una táctica dilatoria e intimidatoria.
“Del total de mujeres detenidas y agredidas sexualmente, 11 de ellas emprendieron la lucha legal en la Corte Interamericana de Derechos Humanos” para impugnar dicha medida. Recordó, además, que “estos hechos arrebataron la vida de Javier Cortés y Alexis Benhumea, la violación y demás delitos sexuales contra las detenidas”, y la aprehensión arbitraria de cientos de personas.
En tanto, Juventina Nicolás Flores, coordinadora general del Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad, refrendó a los sobrevivientes que no están solos.
“No descansaremos hasta que haya justicia”, subrayó la activista, al insistir en que es necesario que el caso llegue a organismos internacionales, ya que las instituciones en México “no tienen la voluntad de sancionar a los responsables”.
Ni perdón ni olvido, concluyó, tras ponderar que la lucha de Costa es por la justicia.