La esclerosis múltiple (EM) es una de las principales causas de discapacidad no traumática en adultos jóvenes en México. Se estima que cerca de 30 mil personas son afectadas por la EM, enfermedad autoinmune, crónica y neurodegenerativa que causa pérdida de la calidad de vida.

En el contexto del Día Internacional de la Esclerosis Múltiple 2022, que se conmemora el 30 de mayo, integrantes del Comité Mexicano para el Tratamiento e Investigación en Esclerosis Múltiple (Mexctrims) señalaron que la mayoría de casos se detectan entre 20 y 40 años, por lo que es prioritario el acceso a diagnóstico y tratamiento oportunos.

La doctora Gloria Llamosa García, secretaria y vicepresidenta de Mexctrims, indicó que la EM afecta a dos a cuatro mujeres por cada hombre, por lo que “sin diagnóstico oportuno se truncan planes de vida, con afectación en todos los niveles, tanto laboral, económico como social”.

Indicó que la EM es una enfermedad crónica del sistema nervioso central, por lo que acompañará al paciente por el resto de su vida. Puede ubicarse tanto en el cerebro como en la médula espinal y el paciente es atacado por su propio sistema inmune.

La EM, dijo, causa neuroinflamación, por lo que puede generar más discapacidad con el paso del tiempo, propiciando diversas manifestaciones. Suele iniciar como brote, del cual se recupera el paciente, para volver a tener otro.

Sintomatología

De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud antes de ser diagnosticados, los pacientes manifiestan problemas para hablar, tienen visión borrosa y dificultad para percibir colores y caminar, pérdida del equilibro, falta de sensibilidad en las piernas o en los brazos, hormigueo en las manos, debilidad de brazos o piernas y fatiga importante.

Llamosa García destacó que al afectar a personas jóvenes se genera gran impacto social, pues los pacientes sufren cansancio y pérdida de calidad de vida, e incluso enfrentan mayor índice de divorcios y desempleo.

La doctora Irene Treviño Frenk, presidenta de Mexctrims, destacó que la detección y atención oportuna de la EM es central para garantizar mejor tratamiento y calidad de vida, por lo que “los dos primeros años de la enfermedad son claves para cambiar la historia”.

El desafío, señaló, incluye el acceso desigual a los servicios de salud, y a que “muchos pacientes no pueden tener acceso a un tratamiento y estudios adecuados para atender la EM”, que es una enfermedad dinámica y puede deteriorar la calidad de vida.