Seúl. El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, se comprometió a impulsar la capacidad nuclear de su país “a máxima velocidad” y amenazó con utilizarla si se le provoca, durante un discurso pronunciado en un desfile militar en el que se presentaron potentes sistemas armamentísticos dirigidos a Estados Unidos y a sus aliados, reportaron ayer medios estatales.
Sus palabras sugieren que seguirá adelante con las provocadoras pruebas de armamento que forman parte de campaña de presión para obtener concesiones de Washington y otros rivales. El desfile del lunes fue para conmemorar el 90 aniversario del ejército norcoreano, columna vertebral del gobierno de la familia Kim, y se produce mientras el país se enfrenta a una economía golpeada por las dificultades relacionadas con la pandemia, las asfixiantes sanciones estadunidenses y su propia mala gestión.
Las imágenes de los medios estatales mostraron a Kim, vestido con una chaqueta militar blanca de gala, sonriendo y saludando desde un balcón junto a su esposa, Ri Sol-ju, y a otros altos funcionarios del gobierno.
“Vamos a seguir con las medidas destinadas a aumentar y desarrollar las fuerzas nucleares de nuestro país a la máxima velocidad”, sostuvo Kim ante sus tropas y la multitud que asistió al desfile en una plaza de Pyongyang, de acuerdo con la Agencia Central de Noticias de Corea.
“La misión fundamental de nuestras fuerzas nucleares es la de disuadir, pero si aparece una situación indeseable en nuestra tierra, nuestras fuerzas nucleares no pueden limitarse a una única misión de prevención de una guerra”, afirmó Kim. “Si cualquier fuerza, independientemente de quién sea, trata de infringir nuestros intereses fundamentales, nuestras fuerzas nucleares no tendrán más remedio que llevar a cabo plenamente su inesperada segunda misión”.
El desfile se desarrolló con las tropas marchando entre hurras y un despliegue de armas modernas, entre ellas misiles con capacidad para alcanzar el territorio estadunidense, además de otros de menor alcance que pueden dispararse desde vehículos terrestres o submarinos y supondrían una amenaza para Corea del Sur y Japón.
Una de las armas presentadas en la iluminada Plaza Kim Il-sung fue el mayor misil balístico intercontinental de Corea del Norte, el Hwasong-17, de reciente construcción.