Kiev. Las autoridades ucranias reportaron ayer más muertes de civiles en varias partes del este de Ucrania, a medida que las fuerzas rusas intensifican sus ataques.
Serhiy Haidai, gobernador de Lugansk, informó que tres personas murieron después de que proyectiles rusos impactaron un edificio residencial en la ciudad de Popasna, que las fuerzas rusas intentan tomar.
El gobernador Pavlo Kyrylenko, de la vecina región de Donietsk, indicó que dos personas fallecieron y seis resultaron heridas en esa zona. Escribió en redes sociales que “los rusos continúan disparando contra civiles y destruyendo infraestructura crítica”.
En el norte, en Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, el gobernador regional Oleh Synehubov denunció que los cañonazos contra áreas civiles mataron a tres personas e hirieron a siete.
En el sur, las autoridades regionales de Zaporiyia dieron a conocer que un ataque con misiles mató al menos a una persona. Agregaron que las fuerzas rusas dispararon varios misiles contra una de las fábricas en esa ciudad.
La oficina de derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas informó ayer que ha contado 2 mil 729 muertos y 3 mil 111 heridos desde que las fuerzas rusas invadieron Ucrania el 24 de febrero, aunque reconoce que el recuento sólo incluye las bajas confirmadas y es probable que sea menor que la cifra real.
En tanto, Ucrania acusó a Rusia de tratar de “desestabilizar” Moldavia, creando tensiones en la región separatista moldava prorrusa de Transnistria, donde se reportaron varias explosiones.
La policía de dicha región denunció dos explosiones en las instalaciones de una radioemisora ubicada cerca de la frontera con Ucrania, que inhabilitaron dos antenas.
Transnistria, franja terrestre en Moldavia de 470 mil habitantes, es controlada por las autoridades separatistas desde una guerra con Moldavia en 1992. Rusia mantiene unos mil 500 soldados en la zona, oficialmente en misión de paz, pero hay preocupaciones de que esas fuerzas puedan emplearse para invadir Ucrania.
El presidente de la autoproclamada república de Transnistria, Vadim Krasnoselski, declaró que los “terroristas” responsables de las recientes explosiones en el país no tienen nada que ver con el pueblo pridnestroviano.
Maia Sandu, presidenta de Moldavia, aseveró que las explosiones están relacionadas con un conflicto interno entre fuerzas de la región rebelde interesadas en desestabilizar.
Rusia advirtió a Gran Bretaña que si seguía provocando a Ucrania para que ataque objetivos en Moscú habría una “respuesta proporcional” inmediata.
El ministerio ruso de Defensa citó al ministro británico de las Fuerzas Armadas, James Heappey, quien comentó a la BBC radio que es legítimo que Ucrania busque objetivos en las profundidades de Rusia.