Bruselas. La Unión Europea (UE) acusó este miércoles a Rusia de "chantaje" por cortar el suministro de gas a Polonia y Bulgaria en plena guerra de Ucrania, que se prepara a enfrentar una ofensiva rusa "de gran envergadura" en el este.
El ministerio ucraniano de Defensa informó que las tropas rusas habían tomado varias localidades del este, tanto en la región de Járkov como la de Donetsk.
"Nos aguardan unas semanas extremadamente difíciles", avisó el ministro ucraniano de Defensa, Oleksiy Reznikov.
"Rusia ya ha concentrado fuerzas para una ofensiva de gran envergadura en el este" y tratará de "ocasionar tantos daños como le sea posible", provocando "destrucción y dolorosas pérdidas", agregó.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llegó a Kiev, procedente de Moscú, donde discutió con el presidente ruso Vladimir Putin la manera de evacuar a los civiles de Mariúpol (sureste), asediada y bombardeada desde hace dos meses por el ejército ruso.
Rusia informó que bombardeó hangares en Zaporiyia (sureste), destruyendo "gran cantidad" de armas suministradas a Ucrania por los países occidentales.
El gobernador de esta región afirmó sin embargo que "ningún depósito de municiones y armas fue alcanzado".
Después de más de dos meses de guerra, las potencias occidentales se muestran menos cautelosas a la hora de respaldar con armamento a Ucrania.
Estados Unidos reunió el martes a unos 40 países aliados en su base de Ramstein, en Alemania, y dijo que estaba dispuesto a "remover cielo y tierra" para conseguir que Ucrania se imponga en la guerra.
Y la ministra de Asuntos Exteriores británica, Liz Truss, apeló a reforzar el envío de armas pesadas y aviones a Kiev, defendiendo que es el momento de la "valentía" frente a Rusia.
Putin advirtió el miércoles que cualquier intervención externa en la operación militar rusa recibiría una "respuesta fulminante".
"Chantaje" gasífero
El grupo ruso Gazprom suspendió sus entregas de gas a Bulgaria y Polonia, alegando que esos dos países no pagaron los envíos en rublos, como lo ordenó el mes pasado Putin.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, explicó sin embargo que la suspensión de las entregas es consecuencia de "unas acciones inamistosas sin precedentes" de esos dos países, miembros de la OTAN y la UE y sumamente dependientes del gas ruso.
Para la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el anuncio de Gazprom constituye "un nuevo intento de Rusia de chantajearnos con el gas", pero señaló que ambos países ya estaban recibiendo suministros de sus vecinos.
La jefa del Ejecutivo de la UE aseguró que el bloque, de 27 países, estaba "preparado" para una eventual interrupción de la llegada de gas ruso y que elaboraba "una respuesta coordinada" para ese tipo de escenario.
Los ministros europeos encargados de la energía se reunirán el 2 de mayo en "sesión extraordinaria" para analizar la situación, anunció el miércoles la ministra francesa de Transición Ecológica, Barbara Pompili.
El gas de Rusia representa el 45% de las importaciones de la UE.
Para ayudar a Ucrania, la Comisión propuso suspender por un año los aranceles a la importación de productos ucranianos en el territorio de la UE.
Esa iniciativa, que debe ser aprobada por el Parlamento Europeo, "nos permitirá mantener al máximo la actividad económica en Ucrania y preservar nuestra producción nacional", dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Las sanciones internacionales contra Rusia abarcaron todos los ámbitos, desde el económico y financiero hasta los culturales y deportivos.
En la serie se inscribió este miércoles la suspensión de Rusia de Organización Mundial de Turismo (OMT), que consideró la invasión de Ucrania como contraria a los "valores" de este organismo de la ONU.
Ofensiva rusa en el este
Los combates continúan en el este y el sur de Ucrania, objetivo prioritario de Rusia.
Las fuerzas rusas desalojaron al ejército ucraniano de Velyka Komyshuvakha y Zavody en la región de Járkov y tomaron el control de Zarichne y Novotoshkivske, en la región de Donetsk, informó el Ministerio ucraniano de Defensa.
Y al menos tres personas murieron y 15 resultaron heridas en bombardeos cerca de Járkov, la segunda ciudad de Ucrania, indicó el gobernador regional Oleg Synegubov.
El objetivo de Rusia es crear una conexión terrestre entre la anexionada península de Crimea y los territorios separatistas de Donbás, donde las tropas de Kiev luchan contra los separatistas prorrusos desde 2014.
Pero recientemente, un general ruso afirmó que la ofensiva pretendía crear incluso un corredor hacia la región separatista moldava de Transnistria.
"Si cae Ucrania, mañana las tropas rusas estarán a las puertas de Chisináu", la capital moldava, escribió en Twitter Mijailo Podoliak, asesor del presidente Zelenski.
Las autoridades de Transnistria aseguraron que un pueblo fronterizo con Ucrania, que aloja un importante depósito de municiones del ejército ruso, fue blanco de disparos.
El lunes y el martes, la zona registró una serie de explosiones y el gobierno moldavo anunció medidas para reforzar su seguridad.
Alemania, principal comprador de energía rusa durante guerra
Alemania fue el mayor comprador de energía rusa durante los primeros dos meses de la guerra en Ucrania, indicó un grupo investigador independiente este jueves.
Un estudio publicado por el Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio calcula que Rusia ganó 63 mil millones de euros (66 mil 500 millones de dólares) por exportaciones de combustibles fósiles desde el 24 de febrero, la fecha en que las tropas rusas iniciaron el ataque a Ucrania.
Apoyándose en datos sobre los movimientos de barcos, el rastreo en tiempo real de los flujos de gas natural a través de los gasoductos y estimaciones basadas en el comercio mensual histórico, los investigadores calculan que Alemania pagó a Rusia alrededor de 9 mil 100 millones de euros por combustibles fósiles en los primeros dos meses de la guerra.
Claudia Kemfert, una experta en energía del Instituto Alemán de Investigación Económica que no participó en el estudio, dijo que las cifras eran plausibles dado el marcado aumento reciente en los precios de los combustibles fósiles. El año pasado, Alemania pagó alrededor de 100 mil millones de euros en total por importaciones de petróleo, carbón y gas, una cuarta parte de los cuales fueron a Rusia, añadió.
El gobierno alemán señaló que no podía comentar sobre los cálculos y se negó a proporcionar sus propias cifras, argumentando que éstas deberían provenir de las compañías que compran carbón, petróleo y gas.
Alemania ha sido objeto de críticas por su dependencia en los combustibles fósiles de Rusia pese a las advertencias de sus aliados de que eso podría poner en peligro su propia seguridad y la de Europa. La entonces canciller alemana Angela Merkel rechazó el año pasado los intentos de Estados Unidos de sancionar un gasoducto ruso a Alemania, una decisión respaldada fuertemente por su sucesor, Olaf Scholz, cuyo Partido Socialdemócrata ha defendido desde hace mucho tiempo la cooperación energética con Rusia.
El oleoducto fue congelado por el nuevo gobierno de centroizquierda de Scholz poco antes de la invasión rusa a Ucrania. Desde entonces, ha batallado para encontrar suministros de energía alternativos, particularmente para el gas natural ruso, que representa el 35 por ciento de todas las importaciones de Alemania.
Kemfert dijo que una promesa reciente del gobierno alemán de producir electricidad sólo a partir de fuentes renovables para 2035 fue bien recibida.
“Pero en tanto, que Alemania siga comprando combustibles fósiles, ya sea de Rusia u otras autocracias, socavar tanto su propia credibilidad como su seguridad energética”, subrayó Kemfert.
El Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio, con sede en Finlandia y financiado por medio de subvenciones y contratos de investigación, reveló que el segundo mayor importador de combustibles fósiles de Rusia en los dos meses transcurridos desde el estallido de la guerra fue Italia (6 mil 900 millones de euros), seguido por China (6 mil 700 millones de euros).
En conjunto, la Unión Europea representó 71 por ciento de los ingresos totales de Rusia por petróleo, gas y carbón, por un valor de alrededor de 44 mil millones de euros, de acuerdo con el Centro.