El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que los feminicidios en el país se frenarán con la construcción de una sociedad mejor.
Interrogado en torno a la crisis de violencia contra las mujeres, el mandatario federal insistió en que se debe atacar las causas de la violencia general y contrarrestar el pensamiento individualista, materialista y egoísta que se catapultó sobre todo con el régimen neoliberal.
“Lo más importante de todo no es sólo el bienestar material, sino el bienestar del alma. Se podrá decir: ‘Sí, sí, sí, pero ¿cómo se detiene el feminicidio?’ Pues se detiene así, con una sociedad mejor. Esa es la base”, planteó durante la conferencia matutina de ayer en Palacio Nacional.
Informó que la Federación colaborará con autoridades de Nuevo León para esclarecer la muerte de la joven Debanhi Escobar, quien por días estuvo desaparecida y apareció sin vida en la cisterna de un hotel en aquella entidad, por lo que su familia teme un posible feminicidio.
Dijo que el gobernador de Nuevo León, Samuel García, aceptó la coadyuvancia de la administración federal para indagar este asunto, que ha causado conmoción en el país y a escala internacional.
“Un equipo del gobierno federal participará en el proceso de investigación y ya se está haciendo. Cuando tengamos más información se va a dar a conocer”.
La participación federal, planteó López Obrador, respetará las instancias judiciales de aquel estado, debido a que el asunto corresponde a las autoridades locales.
Recordó que la colaboración de las secretarías de Seguridad y Protección Ciudadana, de la Defensa Nacional y de Marina en otras indagatorias locales ha ayudado a alcanzar resultados.
El mandatario se comprometió a que todos los jueves, en su conferencia, se darán a conocer los avances de casos “que tienen que ver con hechos lamentables, (de) pérdida de vidas humanas”.
Critica doble moral
Al insistir en la crisis de valores que, desde su perspectiva, es una de las causas de la violencia en país, López Obrador ejemplificó que hay personas que todos los domingos acuden a templos religiosos, donde “se confiesan y comulgan, pero si me ven saliendo son capaces de insultarme, y se acaban de dar la paz. Y el domingo (siguiente) de nuevo (van) para dejar el marcador en cero y volver a pecar, o sea, pecar socialmente, olvidar los mandamientos. Eso es una hipocresía”.