Ciudad de México. Una quinta parte del agua concesionada en México está en poder de un reducido grupo de 3 mil 303 empresas, que representan 1.1 por ciento de los permisos de explotación de este recurso. Ello ocurre mientras uno de cada 10 mexicanos no tiene acceso a agua potable, en tanto, las grandes empresas “exportan” enormes cantidades del líquido en forma de productos que necesitan cientos de litros para su elaboración, entre ellos cerveza, aguacate, plata, oro, automóviles, leche, café y carne, que representan ingresos por varios miles de millones de dólares.
Otro caso son las empresas de la industria de bebidas y alimentos chatarra como Coca-Cola, Pepsi, Danone, Nestlé, Bimbo, Lala y Femsa, que tienen concesiones para extraer directamente miles de millones de litros de agua al año para producir y comercializar en el país refrescos, jugos, frituras, panecillos y agua embotellada.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que en México 76 por ciento del agua que hay en el país se usa en la agricultura, 14 en el abastecimiento público; 5 en las operaciones de termoeléctricas y 5 por ciento en la industria de autoabastecimiento.
En este último segmento están empresas que toman agua directamente de ríos, arroyos, lagos y acuíferos, por ejemplo. cerveceras, refresqueras, de alimentos, embotelladoras, acereras, mineras, textileras y fabricantes de productos de limpieza, entre otras.
Según el estudio Los millonarios del agua, elaborado por los investigadores Wilfrido Gómez Arias y Andrea Moctezuma, a raíz de la instauración de la Ley de Aguas Nacionales (LAN) de 1992, un puñado de 3 mil 300 grandes usuarios privados acaparan el agua del país al contar con concesiones para extraer un millón de metros cúbicos al año.
Joyas que absorben agua
El Banco de México indica que en 2021 la cerveza fue el principal producto agroindustrial que exportó el país con 5 mil 618 millones de dólares, seguido por el tequila (3 mil 317 millones), aguacate (3 mil 85 millones), carne y ganado bovino (2 mil 996 millones), berries (2 mil 787 millones) y jitomate (2 mil 540 millones).
Estos seis productos catalogados como joyas, representan 45 por ciento de las exportaciones agroalimentarias totales, pero su elaboración cuesta anualmente millones de litros de agua. Para producir un kilogramo de carne se necesitan hasta 20 mil litros de agua, para un kilo de aguacate, 2 mil; para uno de jitomate, 250, para una cerveza de 250 mililitros, 75, y para un litro de tequila, 20 litros.
Gonzalo Hatch Kuri, geógrafo investigador UNAM, reveló que la industria cervecera, encabezada por tres gigantes como Grupo Modelo, Heineken y Constellation Brands, extrae anualmente 219 millones 420 mil 110 metros cúbicos mediante 123 puntos de extracción en el país, siendo Veracruz y Durango donde mayores concesiones de agua tienen.
Según Brand Finance, Corona (de Grupo Modelo, propiedad de la belga AB InBev) es la marca más valiosa de México con un valor de 5 mil 800 millones de dólares.
En el ramo agrícola, destacan dos exportadoras de EU, la de frutos rojos Berrymex, que explota en San Quintín, Baja California, 23.7 millones de metros cúbicos de agua al año y la de tomates cherry NatureSweet Invernaderos, con 12.5 millones.
Hay otras como la productora de huevo Bachoco, que explota 17.6 millones de metros cúbicos en 20 estados del país y Herdez, productora agroindustrial de alimentos con 2.2 millones. En tanto, Seminis Vegetable Seeds (propiedad de la alemana Bayer) es señalada por sobrexplotar acuíferos en Baja California.
Gigantes industriales
Wilfrido Gómez Arias y Andrea Moctezuma destacaron que una quinta parte del agua sustraida legalmente en México está en manos del 1.1 por ciento de los concesionados, es decir, en alrededor de 3 mil 303 empresas.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua, la refresquera más grande del mundo, Coca-Cola, tiene permitido extraer 52 mil 800 millones de metros cúbicos de agua al año; Pepsi, 32 mil millones; Danone, 15 mil 400 millones, Nestlé, 9 mil 700 millones y Aga, 5 mil 200 millones.
Dichas empresas, extranjeras con excepción de Aga, usan el agua para elaborar refrescos, los cuales en promedio necesitan 34 litros por cada botella. También embotellan el líquido para venderlo, según Euromonitor, hasta 500 veces más caro respecto a su valor real.
Lo anterior, según Statista, ha convertido a México en el mayor consumidor de agua embotellada en el mundo, junto con Tailandia, con un promedio por habitante de 274 litros al año, mercado controlado por Coca-Cola (Ciel), Danone (Bonafont) y Pepsi (E-pura).
En otros sectores destaca el caso de ArcelorMittal, la siderúrgica más grande del mundo, que explota cada año en México 100 millones de metros cúbicos, con lo que se llenarían 100 estadios Azteca; o el de la alemana Volkswagen, que consume 2.72 metros cúbicos de agua (2 mil 720 litros) por cada vehículo producido.
Los automóviles son el principal producto que exporta México, lo cual deja anualmente a las armadoras como Volkswagen alrededor de 140 mil millones de dólares.
Para los autores de Los millonarios del agua, los cambios a la LAN en 1992 son parte de las reformas neoliberales que propiciaron un mayor uso de los bienes nacionales a favor del sector privado, lo que les permite pasar por encima del interés común. Además, al no existir legalmente un límite en cuanto al volumen de agua que se puede concesionar, se propició un acaparamiento que pone en riesgo el bienestar colectivo.