Ciudad de México. Las curules del salón de sesiones en el Senado estuvieron llenas ayer, pero no eran legisladores quienes las ocupaban, sino los 35 compositores, y sus familiares, que en la misma fecha del Día Nacional de la Música Tradicional Mexicana y del Día Mundial de la Propiedad Intelectual recibieron un homenaje en reconocimiento a su trabajo.
Al mediodía, autores de temas populares y representativos del panorama cultural nacional, entraron a un espacio dedicado a las asambleas, en las que se discute el rumbo que tomará la nación sobre diversos temas. Sin embargo, para los compositores, estar ahí, igual que para la gran mayoría de los mexicanos, es una novedad. Mujeres y hombres de todas las edades aprovecharon los minutos anteriores a que los senadores dieran inicio a la ceremonia para tomarse fotos de recuerdo, reclinarse en la comodidad de las grandes sillas o asomarse con curiosidad al sistema de comunicación que cada lugar posee.
En sus rostros, algunos con cubrebocas, otros ya libres de éstos, se apreciaba la alegría que trae consigo el reconocimiento, pero también hay una preocupación que persiste en los escritores de canciones. Por eso, Martín Urieta, presidente de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), no dudó en expresarla frente a los legisladores: “Hemos insistido acerca de la remuneración compensatoria, que consiste en que todo apartado que sirva para producir o copiar, tiene que cooperar con una remuneración para el derecho de autor. Así se beneficia no únicamente a los compositores, sino a todo creador de cultura”.
El autor de Acá entre nos también aclaró que su propuesta ya antes había sido planteada al Congreso; no obstante, hasta ahora ha sido rechazada, “porque tal vez desconocen algunos funcionarios, otros dudan”. El compositor también agradeció el reconocimiento brindado a sus colegas. “Un evento de esta naturaleza enaltece y dignifica a nuestros senadores de la República, y pienso que ellos cumplen de esta manera con el compromiso ineludible de apoyar a la cultura mexicana”, expresó.
Encabezados por Olga Sánchez Cordero, presidenta del Senado, los legisladores presentes aseguraron que apoyarán la propuesta promovida por la SACM. El priísta Miguel Ángel Osorio Chong propuso comenzar una mesa de trabajo junto a los autores en el Instituto Belisario Domínguez, que él preside, para trabajar y posteriormente discutir la legislación. Mientras Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política, aseguró ya estar trabajando con los compositores para concluir la lucha en la que Armando Manzanero insistió.
Insta a unirse en una causa común
Aunque mantiene sus reservas, Felicia Garza, autora de La felicidad y también promotora de la propuesta de ley, confía en los legisladores. “Del dicho al hecho hay mucho trecho, pero la promesa está y ellos nos han cumplido anteriormente. En 1996, de forma unánime, el Senado de la República confirmó la nueva Ley Federal del Derecho de Autor, que impera hasta ahorita, y dio oportunidad para que los compositores pudiéramos vivir mucho más dignamente de nuestra obra. Así que creo en ellos”, señaló en entrevista.
La compositora también considera que es necesario que más colegas se unan en una causa común, “porque hay que entender esto, no sólo como una situación cualitativa, sino cuantitativa. Cuando se juntan muchos entonces se crea una masa crítica necesaria para lograr los cambios”, señaló Garza. “La unión hace la fuerza, y ésa es la que nos permite vencer muchos de los errores todavía imperantes, que lesionan la cultura mexicana, y sobre todo a sus creadores, que son los artistas y sus compositores”.
Durante el homenaje, el salón de sesiones vivió uno de sus momentos más armónicos. Tanto a senadores como a autores, la música los ha conmovido en alguna ocasión, por eso era común escuchar aplausos ante la mención de nombres como el de Roberto Cantoral y Juan Gabriel. La presidenta del Senado, incluso, decidió compartir una anécdota personal con los festejados.
“Acababa de obtener la patente de notaría allá por 1984, hace casi 40 años, y llegó a hacer su testamento Consuelito Velázquez, porque le habían dicho que yo era la primera notaria, quería hacerlo con una mujer y me dio mucho gusto. Al terminar su testamento me dijo: ‘Notaria, ¿cuánto le debo?’ Y le contesté: ‘Doña Consuelito, le voy a cobrar caro. Tengo que entender, estamos solas, en esta sala, y quisiera tener el privilegio enorme de escuchar por voz de su compositora una de las canciones más importantes en el mundo, y que ha sido traducida a decenas de idiomas, ¿por qué no me canta, usted, Bésame mucho’”, relató.
Además de los reconocimientos en papel, el Senado también dedicó una exposición fotográfica a los 35 compositores homenajeados. De modo que figuras como Alfonso Esparza Oteo, Jaime López, Luis Alcaraz, Chucho Monge, Flor Ivonne Quezada y Felicia Garza se pueden ver ya a las afueras del recinto legislativo. Sus fotografías cuentan con códigos que leídos con un teléfono inteligente llevan a las historias, la inspiración y las canciones de los autores mexicanos.
Frente a su fotografía, Jaime López, el autor de Chilanga banda, observaba satisfecho su reconocimiento. Sin embargo, su postura hacia sus obras no mira hacia el Estado. “Demagogia aparte, pues uno viene de la gente y va a la gente. Ahora sí que de un amigo vengo, soy parte de una gran cultura que es este país. Fronterizo, más para bien que para mal. Al final de cuentas, va a la misma gente de donde vengo; la música une, la política divide”.
Con esa lógica, para López el encuentro armónico en el salón de sesiones ha sido sui generis, “Ahora sí que un logro feroz”, concluyó.