El pasado viernes, en el puerto de Veracruz, el Presidente de la República había terminado su discurso luego de una tanda de alocuciones en las que hubo saludos iniciales para el invitado principal, Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, a quien el propio Andrés Manuel López Obrador elogió por su desempeño diplomático.
Ya que el Presidente mexicano había cerrado su discurso con un “muchas gracias”, sucedió lo que está consignado en la página oficial del gobierno (https://bit.ly/3xQA9ly):
“Moderador: Les solicitamos guardar el debido respeto para entonar nuestro Himno Nacional Mexicano.Kenneth Lee Salazar: Espérate un momentito.Presidente Andrés Manuel López Obrador: Quiere el embajador…Kenneth Lee Salazar: Le pedí la palabra al Presidente por un momento. ¿Está bien?Presidente Andrés Manuel López Obrador: Sí, adelante”.A partir de ahí, el embajador Salazar condujo la reunión: “... si me permite. Nomás porque (empresarios de Estados Unidos) vinieron tan lejos y vinieron porque les dijimos que esto, teníamos que tomar la mirada al sur. Nada más un comentario nomás de dos minutos de…
“Primeramente, tú estás presentando automotriz, Paco; trajiste a Freightliner, todos estos que vienen aquí con Amchan. Nomás dos minutos de la manera que ves tú a tu automotriz. Segundamente, Pat, esto del suministro, de las cadenas (habla en inglés). Y luego, Sandhya, viniste tú con lo de energía renovable. Un comentario breve, y no tanto de sus empresas; más del sector, las empresas tienen lo que sea, pero del sector automotriz”.
Desahogada la agenda que impuso Salazar, el Presidente de México dijo: “Muchas gracias, Ken, muchas gracias”, y el moderador al fin pudo cumplir con el protocolo que había sido alterado y solicitó “guardar el debido respeto para entonar nuestro Himno Nacional Mexicano”.
El embajador Salazar, quien fue presentado en primer lugar de una larga lista de asistentes a una sesión denominada Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, por encima de secretarios del gabinete federal y gobernadores, está ahora concentrado en impulsar inversiones de poderosas firmas estadunidenses en el sur del país, en especial en el Tren Maya y en el llamado Corredor Transístmico, y vigilar que haya “garantías” de respeto a esas inversiones.
Hay, además, una visión específica para convertir ese cinturón transoceánico en una zona de freno de la migración de Centroamérica hacia Estados Unidos, zona o corredor que este país asume ya como una zona de su seguridad nacional.
En una parte del discurso que pronunció en Veracruz, antes del “espérate un momentito”, Ken Salazar había dicho: “Entonces, proyectos así, como estamos haciendo aquí en el Istmo, o están haciendo ustedes aquí en el Istmo, son de muchísima importancia”.
También explicó: “Aquí se hallan, como dijo el almirante Ojeda (secretario de Marina), la seguridad; una presentación que lo dice de una manera que no se puede ver de otra manera: la seguridad en este istmo, más fácil hacer la seguridad aquí que en las dos mil millas, tres mil kilómetros, quizás, en la frontera del norte; también allá lo vamos a hacer, tenemos unos proyectos grandes que estamos trabajando entre México y los Estados Unidos en el norte, pero aquí en la seguridad”.
El gran triunfador de la temporada es Estados Unidos y su operador avasallante es Ken Salazar. El veto a la reforma eléctrica provino de Biden-Kerry-Salazar, aunque en la batalla mediática y electoral en curso sólo se asignen culpas efectistas a la oposición partidista, cuyo papel fue instrumental.
El primer día de este mes aquí se adelantó: “La verdadera votación de la reforma eléctrica se perfiló ayer en Palacio Nacional, adonde llegó (...) John Kerry (...) acompañado por empresarios estadunidenses que, obviamente, vigilan que sus intereses en materia de electricidad, litio y energéticos en general queden bien servidos a la hora en que diputados federales y senadores, probablemente luego de feroces batallas discursivas, terminen aprobando lo que ayer se decidió” (https://bit.ly/37CeByG). ¡Hasta mañana!
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