París. El presidente centrista Emmanuel Macron, al ser relegido ayer para un nuevo periodo de cinco años, prometió responder a la “rabia” que llevó a millones a votar por Marine Le Pen, quien, pese a perder, logró el mejor resultado de la ultraderecha en una elección presidencial en Francia.
Según resultados oficiales preliminares, el candidato de La República en Marcha (LREM), de 44 años, obtuvo 58.54 de votos en la segunda ronda, diferencia menor que en 2017, cuando derrotó a su rival de la Agrupación Nacional (RN) con 66.1 por ciento de votos.
“A partir de ahora, ya no soy el candidato de un sector, sino el presidente de todos”, aseguró Macron durante el discurso de la victoria a los pies de la Torre Eiffel, en París, adonde llegó con el himno europeo de fondo y, a diferencia de 2017, acompañado por su esposa Brigitte y jóvenes.
“La rabia y los desacuerdos que llevaron a muchos de nuestros compatriotas a votar por la extrema derecha deben encontrar respuesta. Será mi responsabilidad y la de los que me rodean”, agregó.
Francia optó por la continuidad con un dirigente europeísta, que además se convirtió en el primero en lograr la relección desde 2002, cuando el conservador Jacques Chirac derrotó al padre de su rival ayer, el ultraderechista Jean-Marie Le Pen.
Biden espera que siga la colaboración
Al felicitar a Macron, el presidente estadunidense, Joe Biden, se refirió a Francia como “un socio clave de cara a los desafíos globales”, y señaló: “espero que siga nuestra estrecha y continua cooperación, incluido el respaldo a Ucrania, la defensa de la democracia y la lucha contra el cambio climático”.
Las reacciones de los líderes europeos no se hicieron esperar. “Podemos contar con Francia cinco años más”, declaró el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Es un “voto de confianza para Europa”, afirmó el canciller federal alemán, Olaf Scholz.
Se sumaron a las felicitaciones, los primeros ministros de Gran Bretaña, Boris Johnson, y de Italia, Mario Draghi; los líderes de Suecia, Rumania, Lituania, Finlandia, Holanda y Grecia, así como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde.
El presidente de Ucrania, Volody-mir Zelensky, también lo felicitó.
El triunfo de Macron aleja el proyecto de ruptura de la candidata de RN, de 53 años, quien abogaba por excluir a los extranjeros de las ayudas sociales inscribiendo la “prioridad nacional” en la Constitución y abandonar el mando integrado de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Pero pese a las advertencias sobre el “peligro” extremista, la ultraderecha no ha dejado de progresar en cada elección desde 2002 y con 41.46 por ciento de votos, según cifras oficiales, Le Pen logró su mejor desempeño.
“El resultado representa en sí una brillante victoria”, sostuvo la heredera del Frente Nacional (FN) a sus decepcionados seguidores en su cuartel general. “Continuaré mi compromiso por Francia y los franceses”, agregó.
París, en cambio, era una fiesta en el Campo de Marte, donde se congregaron los seguidores de Macron. “Me alegro de tenerlo otros cinco años y todos los franceses deberían estar como yo”, celebró Stanislas, de 50 años.
Con el nombre del inquilino del Elíseo claro, la segunda economía de la UE entra ahora en la campaña de las elecciones legislativas del 12 y 19 de junio, que en esta ocasión tiene visos de tercera vuelta.
“Lanzamos esta noche la gran batalla electoral de las legislativas”, aseguró Marine Le Pen. Su rival ultraderechista Éric Zemmour, quien había llamado a votar por ella, la apremió a construir un “bloque nacional” tras deplorar una nueva derrota del “apellido Le Pen”.
La relección de Macron tuvo lugar en un contexto de descontento entre los jóvenes y los desilusionados votantes del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, quien logró casi 22 por ciento en la primera vuelta y señaló que la derrota de Le Pen “es una buena noticia”, pero subrayó que Macron “es el presidente peor elegido de la V República” con un “océano” de abstenciones y votos en blanco.
“Entre la peste y el cólera, debemos tomar la decisión correcta”, aseguró Pierre Charollais, un jubilado de 67 años en Rennes (oeste), quien abogó por un “voto responsable” en un contexto “particular” por la guerra en Ucrania.
La abstención, entre 27.8 por ciento y 29.8 por ciento, según las estimaciones, se ubicó así en su mayor nivel para una segunda vuelta desde 1969 (31.3 por ciento).
Macron es el presidente más mal elegido desde el inicio de la V República, en 1958, aseguró Mélenchon, quien abogó por una “unión popular” de izquierda para ganar las legislativas y ser nombrado “primer ministro”.
Según un sondeo el viernes de BVA, 66 por ciento quiere que Macron pierda su mayoría parlamentaria. La última “cohabitación” remonta al periodo de 1997 a 2002, cuando Chirac nombró primer ministro al socialista Lionel Jospin.
Contar con una mayoría parlamentaria será clave para que el presidente complete su programa reformista, que frenó en su primer mandato marcado por varias crisis: protestas sociales, una pandemia mundial con millones de personas confinadas y la guerra en Ucrania.
El conflicto a las puertas de la UE sobrevoló la campaña, pero la principal preocupación de los franceses fue su poder adquisitivo, en un contexto de aumento de los precios de la energía y de la alimentación.
Entre sus promesas para transformar Francia figura el “renacimiento” de la energía nuclear y alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, pero también su impopular medida de atrasar la edad de jubilación de los 62 a los 65 años.
Aunque ya se dijo dispuesto a retrasarla sólo a 64 años, de seguir adelante podrían aparecer nuevas protestas masivas, como las que sacudieron su primer mandato, especialmente la de los chalecos amarillos.
Macron prometió ayer un “método renovado” para gobernar el país y aseguró que tendrá en cuenta el apoyo de aquellos que votaron por él únicamente para “bloquear” a Le Pen.
Tras la proclamación de los resultados oficiales el miércoles, deberá asumir su nuevo mandato antes del 13 de mayo. Su primer ministro, Jean Castex, ya adelantó que presentaría su dimisión en los próximos días y abogó por dar un nuevo impulso a la presidencia centrista.
Los fetejos se vieron empañados luego de que policías dispararon en París a un vehículo que intentó embestirlos y mató a dos personas, informaron las autoridades.
El coche avanzaba en sentido contrario y aceleró hacia los oficiales, quienes debieron abrir fuego, según la policía.
Los hechos ocurrieron sobre el Puente Nuevo, en el centro parisino.