Chilpancingo, Gro., Consuelo Solís Morales, viuda del profesor rural y luchador social Genaro Vázquez Rojas, manifestó: “Los medios de comunicación son capaces de empujar lo peor y hacer caer a un gobierno; pueden dar un golpe de Estado. No lo permitan, hablen con la gente, que no crea tanta mentira y que apoyen a nuestro presidente”, Andrés Manuel López Obrador.
Durante un acto conmemorativo por el 54 aniversario de la excarcelación, en Iguala, del dirigente de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), suceso considerado la primera acción guerrillera en Guerrero durante la década de 1960, recordó que su esposo fue llamado “un peligro para México”, como los opositores de López Obrador lo tildaron durante la campaña por la Presidencia en 2006.
En la reunión, celebrada el sábado en la comunidad de Icatepec, municipio de Taxco de Alarcón, en la que también se recordó a los compañeros de Genaro Vázquez, Roque Salgado Ochoa y Filiberto Solís Morales, quienes cayeron en combate contra el Ejército y la Policía Judicial Federal en las inmediaciones de Icatepec, luego de que liberaron a Genaro, Consuelo Solís recordó que funcionarios del gobierno federal le ofrecieron a su esposo 10 millones de pesos y le dijeron: “Vete con tu familia, vete a Cuba o a ver a dónde”.
Expuso que Vázquez Rojas le comentó entonces: “Qué bien haría yo en tomar esos 10 millones, comprarme un carro último modelo, ir a mi pueblo y recorrerlo, viendo a los niños descalzos, viendo a personas con hambre, viendo a gente que no tiene quién le dé un medicamento. Me moriría yo de vergüenza; no nací para humillar a mi pueblo; no nací para venderme, porque muchos lo hacen. Nací para apoyar a mi pueblo, y al pueblo de México, y estoy con ellos”.
Durante la ceremonia, Solís Morales consideró que López Obrador “está realizando obras importantes, recuperó las Islas Marías y las hizo un centro de convivencia; se está haciendo el Tren Maya”, que beneficiará a millones de personas. “Mucha gente que tiene su frutita que se le pudre allí porque no puede salir a otros lados no tiene para pagar un transporte barato”.
Afirmó que el Presidente “está haciendo las hidroeléctricas para que haya ambiente sano; también hizo el aeropuerto Felipe Ángeles. Por eso los millonarios, los ricos, los que han explotado al país, no lo reconocen; dicen mentira y media por las televisoras”.
Consuelo Solís se refirió a la lucha de la ACNR, a la cual consideró “el triunfo de nuestros compañeros caídos y de todos los que lucharon por esa liberación de nuestro país. Ahí está la consigna de Genaro: ‘Lograr la liberación de México o morir por ella’”.
Indicó que esa pugna y su victoria costaron “años de organización, de trabajo, de sacrificios, porque muchos hogares se quedaron solos, sin el marido, y las mujeres tuvieron que hacerse cargo de los hijos, de los nietos, pero con mucho gusto porque sabían que sus hijos y sus esposos estaban cumpliendo con un deber ciudadano”.
Añadió: “Aquí está la lucha de Lucio (Cabañas), de Genaro. Aquí, en este lugar de Roque Salgado Ochoa y de Filiberto Solís Morales (hermano de Consuelo). Ellos son un ejemplo. Yo me enteré unos días después de que mi hermano había muerto. Estaba esperando a mi último hijo, que se llama Roque Filiberto, porque el compañero me mandó a decir con una campesina que llegó a mi casa. Me dijo: ‘Le traje un mensajito del compa, que usted no va a creer’”.
Mencionó que preguntó a esa mujer “si lo traía por escrito y me dijo que no, porque si la agarraban con un mensaje la iban a matar y también a su familia; le pidió que ‘al niño recién nacido le ponga el nombre de los dos compañeros caídos’; metió la mano en el pecho y sacó un pañuelito, y ahí estaba el anillo de matrimonio de mi esposo. Y le dije: ‘Vaya y dígale al compa que mi hijo se va a llamar Roque Filiberto’”.
Por su parte, José Bracho Campos, lugarteniente de Genaro Vázquez, señaló: “En esta lucha se cae o se triunfa; hemos caído, pero también hemos triunfado, y la lucha no ha sido en vano; quiero decirles que Genaro le tenía mucha confianza a Roque Salgado, y lo nombró responsable del comando que lo iba a liberar”.
Acotó que en la sierra el seudónimo de Genaro Vázquez era Andrés, y narró que los campesinos de Icatepec “les decían que si le hubieran dado por la falda del cerro” el Ejército Mexicano “les hacía los mandados; pero traíamos herido a Roque Salgado y quería agua; pero el Ejército nos tendió la emboscada, y el único que se quedó atrás era Filiberto Solís, con una pistola”.
Bracho Campos aseguró que él cayó herido también. Corrió a refugiarse tras unas piedras y con ayuda de colonos de Iguala pudo llegar hasta la comunidad de Mayanalan, cerca de Iguala, donde se recuperó.