Cruz Azul dejó pasar el último tren para avanzar directo a la liguilla. El marco parecía inmejorable, después de las derrotas del Puebla y el Monterrey, que le abrieron paso para llegar al tercer lugar con una victoria. Sin embargo, la Máquina falló y, además de caer con el Atlético de San Luis (0-1), rompió el idilio que había construido con sus aficionados.
En un domingo soleado que terminó en tormenta, el estadio Azteca hizo saber su descontento con el equipo. Abucheos al medio tiempo y rechiflas al final, así como los clamores: “¡Fuera Reynoso!” y “¡pongan huevos, azules, pongan huevos!”, sonó fuerte desde las tribunas casi al final del partido.
La Sangre Azul, el principal grupo de animación de la Máquina, había preparado un regreso triunfal a la cabecera norte con bombos, trompetas y banderas, luego de cumplir con el proceso de credencialización de sus integrantes, pero decepcionó el resultado. Unos 300 barristas se reunieron para pedir más esfuerzo a sus jugadores, con un cordón policial que vigiló y excluyó de la zona a quienes no estaban plenamente identificados.
Un breve diálogo entre Óscar Conejo Pérez y Sebastián Jurado, durante los ejercicios de calentamiento, pareció ofrecerle seguridad al joven portero de Cruz Azul, luego del nerviosismo que mostró en pasadas jornadas. No obstante, el gol de los potosinos fue otro golpe de realidad.
Jurado dudó y no pudo cortar el paso de Ricardo Chávez, quien entró en el área habilitado por un servicio de Jhon Murillo y definió el 1-0 con el arco abierto (45+2). Aunque el sonido local intentó reproducir cánticos de La Sangre, los silbidos expusieron la pobreza futbolística de la Máquina: un equipo de rendimientos individuales muy bajos, por momentos apático y sin profundidad.
En el segundo tiempo, el técnico Juan Reynoso acumuló gente en ataque con los ingresos de Santiago Giménez e Iván Morales, pero no supieron cómo vulnerar a su rival. Para colmo, cuanto más pasaba el tiempo, más se regalaba en su última zona. De no ser porque Jurado le ganó un mano a mano a Facundo Waller, el desenlace sería otro.
Cruz Azul quedó sembrado en la sexta posición con 24 puntos, a dos de la zona de calificación directa, pero ahora su suerte depende de otros.
Juan Reynoso dijo que si su continuidad fuera un problema para la institución, “no necesito que me corran. Es Cruz Azul, hay morbo. Imagino que varios están con mucha creatividad para que el momento se agrave en redes sociales. Hoy todo se ve mal.
“Hay que poner lo que ponen las gallinas”, agregó.
La violencia se hizo presente al final del partido, fuera del estadio, luego de que un grupo de aficionados de Cruz Azul que habían ingerido alcohol se enfrentaron con personal de seguridad del inmueble. Se enfrascaron en una gresca y cuando intervinieron elementos policiacos también los encararon; no obstante, la riña fue controlada.