Se dice que la acción no siempre conlleva felicidad, pero al mismo tiempo se recuerda que no puede haber felicidad sin acción. Lo anterior, para tranquilidad de los hiperactivos.
A propósito de su más reciente libro, en formato electrónico y sin costo para el lector, titulado La México 4:30 ¡El romper del olé! Charlas, revelaciones, leyendas (https://download1507.mediafire.com/mgfc6qa1fytg/x7429lim8t1x83d/4.30+La+Mexico.pdf) el crítico Bardo de la Taurina afirma: Con sello de garantía se avala la discrepancia donde los gustos y las ideas de usted tienen validez de disertación sobre las normas que se cinchan a las tradiciones ancestrales por citar: el hacer carne molida un morrillo o un testuz, provocado esto no como una curiosidad, sino como la falta de pericia de los que no deberían de ejercer porque el espectáculo está pa’ gozarse en la medida en que sea más atractivo o, si no, ¿por qué la llamamos fiesta?
La constante del libro es la reflexión sobre lo que se debió haber superado, comenzando por entender que el dueño de la jaula de concreto es diferente al pájaro que la mueve, por ello, prácticamente en todo se depende de la boyantía en las taquillas, donde no siempre todo es turrón y sí, en temporadas adversas no sale ni pa’ la harina. Moraleja: tenemos fiesta de milagro. Aquí usted encontrará eco a mucho de lo que ha pensado. ¿Pero quién tiene que escuchar a quién? ¿Los profesionales de la fiesta al tendido, que quiere atracción, o el tendido a los profesionales, que alternan muchas veces sin alternar?
Como esto no es un matrimonio, hay chance de ponerse de acuerdo, lo cual lleva implícitas muchas cosas que son las que usted va a leer y con ello enterarse de cómo y por qué esto nos servirá de reflexión y de propuestas de refresco a la memoria, de la que a lo mejor no tenemos memoria, como por ejemplo: ¿por qué los festejos se dan a las 4:30 pm?, una hora no muy práctica climatológicamente.
¿Por qué nos negamos aceptar el techo de la torería inmediata a la actual?, el cual no es bajo, sino muy trillado, pues en los últimos 30 años no se ha dado con la fundidora que elabore, tres o cuatro moldes pa’ ídolos. ¿Por qué con mucho menos antes sí se tenía esa talla de personajes? Hay que ocuparnos de ello porque a lo mejor a los de antes el tiempo los ha hecho crecer en nuestras narices y ahí andamos estornudando.
Por otra parte, el tendido no se ha preocupado de tener un grupo insignia que haga fuerza y por ello no se ha desterrado, por ejemplo, que cada temporada se permita que una familia y sus cuates mancillen con su exhibicionismo el ruedo, mientras el tendido se soba el hígado por esa deferencia incomprensible. El tendido tampoco está de acuerdo con situaciones como la musicalización estruendosa en un sitio que por años estuvo destinado al encuentro, a la tertulia espontánea.
El libro está escrito en mexicano, pa’ mexicanos. Vamos leyéndolo, que al fin no nos cuesta nada por voluntad de la propia empresa y de quienes se convirtieron en mecenas. Gratitud con aroma a lealtad pa’ Mario Zulaica; la Plaza México; GNP Seguros; José Antonio González Esnaurrízar, ganadero de La Joya; Fernando Marco Sirvent, de Aluminios Zaragoza; Ramón Arce, por el homenaje a la espléndida aficionada y mecenas de toreros, la Maestra Lupita, y a Genaro Hernández El General, taxidermista, remata agradecido el incansable Bardo, con esa su capacidad para aterrizar ideas y publicar libros, impresos o electrónicos, del Centro Histórico, de cocina o de toros.