Si cuando estaban a la vista los gobernantes no los veían, es obvio que al desaparecer menos los vean. ¿Quién se roba a los niños y a las niñas? ¿Para qué se los roban?
México es uno de los principales proveedores de niños y niñas para la prostitución y la pornografía internacionales. La Fundación Fredoom asegura que en todo el país “desaparecen diariamente 57 menores, 21 mil por año. Gran parte de ellos son destinados a la trata sexual y serán violados un promedio de 15 veces al día”.
La mayoría de las víctimas pertenecen a sectores pobres: son las hijas y los hijos de ese pueblo creyente y esperanzado. Los datos son atroces y la casi absoluta impunidad es un horror. En los últimos tres años han aumentado las desapariciones forzadas y la impunidad. La niñez y los adolescentes están siendo víctimas de una guerra sin nombre, que quedará registrada en la historia de estos años de dolor y muerte.
Por la cantidad de desaparecidos, por la frecuencia diaria en que los matan o secuestran, y por las edades de las víctimas, es evidente que hay una red delictiva con su propio modus operandi. No hay tiempo que perder -no solo por las recomendaciones de la ONU-, sino para que no se nos caiga la cara de vergüenza, para tener el alma en paz y el corazón en su lugar. Es urgente identificar esa red, intervenirla y destruir su rutina fatal que nos coloca entre los países de más bajo desarrollo mental y moral.
Para ello hace falta una policía especializada, sin uniforme, pero con mucha inteligencia, porque a pesar de que los infantes son más valiosos que el petróleo y que el litio, los niños y niñas que desaparecen no se ven, no se cuentan, no se lloran. Pero sin duda también ellos necesitan mejores leyes, reformas constitucionales, debates de altura y un gobierno y una sociedad comprometidos con su protección.
El Interés Superior de la Niñez es el principio básico que mandata la Convención Internacional de los Derechos de la Infancia, que México se comprometió a cumplir desde 1990. Ante la vulnerabilidad y el sufrimiento de nuestra infancia pobre, esperamos que este mes dedicado precisamente a la niñez, el gobierno se comprometa a enfrentar su tragedia.
PS “Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”…Voltaire