El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció en la conferencia de prensa matutina de ayer que el gobierno federal iniciará un acercamiento con la decena de empresas privadas que generan electricidad y con sus casi 70 mil clientes o “socios” que practican “un mecanismo de autoabasto simulado”, a fin de buscar acuerdos para que, de manera gradual, se ajusten a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) promulgada en marzo de 2021. El mandatario adelantó que los encuentros serán encabezados por el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
Por poco más de un año, la LIE estuvo bajo litigio debido a los recursos interpuestos para impugnar su constitucionalidad, pero desde el pasado 7 de abril la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) desechó los cuestionamientos en torno a temas como el orden de despacho en el sistema eléctrico nacional, el cambio de reglas para los certificados de energías limpias, la supuesta incompatibilidad con el artículo 133 y los tratados internacionales, y la posible violación a la no retroactividad en la aplicación de las leyes; con lo que se encuentra plenamente vigente y es de cumplimiento obligado.
Sin duda, los cambios a la LIE y el fallido intento de reforma constitucional en materia eléctrica se cuentan entre los temas que han generado mayores rispideces entre el gobierno federal y la iniciativa privada, y esta situación ha sido explotada desvergonzadamente por la oposición para construir un relato según el cual el Presidente y el partido gobernante son hostiles a la inversión e incluso al empresariado, así como para confundir a la opinión pública acerca de lo que se encuentra en juego con el esfuerzo de recuperar la rectoría del Estado sobre este sector estratégico.
El acercamiento anunciado por el mandatario resulta positivo en tanto puede contribuir a despejar la campaña de mentiras urdida por el bloque de partidos neoliberales y a tender puentes con los grupos privados que se sienten afectados por el nuevo marco legal. Las reuniones Secretaría de Gobernación-iniciativa privada ofrecen una oportunidad para que las autoridades expliquen de primera mano el daño causado a la hacienda nacional por el fraude que suponen la simulación del autoabasto y el uso de la infraestructura de la Comisión Federal de Electricidad sin pagar el costo de la transmisión, pero también para que las personas de negocios externen sus inquietudes en torno al impacto que la LIE pueda tener en sus operaciones.
La economía mexicana todavía resiente los efectos de la pandemia y, como el resto del mundo, padece las reverberaciones del conflicto bélico en el este europeo, por lo cual es de saludarse la apertura de un espacio de diálogo potencialmente fructífero para impulsar el crecimiento económico en un entorno de buenas prácticas. Para obtener resultados positivos, ambas partes habrán de concurrir a los eventuales encuentros con voluntad de entendimiento y de respeto a las leyes.