El Hospital General de Balbuena cumple 60 años mañana. Durante la emergencia sanitaria habilitó 27 de sus 180 camas para la atención de pacientes con covid-19 y prácticamente ha vuelto a la normalidad en consulta externa de distintas especialidades luego de que el 19 de febrero saliera el último paciente de neumonía ocasionada por el virus.
Esa área mantiene sus camas vacías, explicó la subdirectora médica Isabel Martínez Parra, en previsión de un posible nuevo brote. El nosocomio se encargó de 3 mil 469 personas con covid desde el primer ingreso el 29 de marzo de 2020, con 3 mil 30 pacientes recuperados y 439 defunciones. Durante la pandemia fallecieron seis médicos, cuatro enfermeras y dos trabajadores del área administrativa.
En un recorrido se observaron bancas ocupadas en salas de espera de consultorios y un constante movimiento de médicos adscritos a diferentes especialidades: medicina general, curaciones, rehabilitación, planificación familiar y atención posobstétrica, odontología, cirugía general, ortopedia, cirugía plástica y reconstructiva, neurocirugía, medicina maxilofacial, heridas y estomas, así como servicios de electrocardiograma, sicología, prevención de la violencia de género y familiar, así como en la estancia para el cuidado de menores y de tomografía.
Sólo continúan cerrados los consultorios de ginecología porque esa ala fue la que se reconvirtió para atender a pacientes covid.
Conocido en sus comienzos como Cruz Verde, el Hospital General de Balbuena recibió a la primera generación de residentes de urgencias médico quirúrgicas y destaca en la red hospitalaria de la ciudad por su experiencia en la atención de traumatología.
Martínez recuerda que ocho minutos después del sismo de 2017 tuvo el primer ingreso de una persona con fractura de tibia y peroné.
Dijo que se requiere rehabilitar algunas áreas, y donde más ha costado trabajo son los quirófanos, usados por diferentes especialidades, y si bien han tenido mantenimiento constante, no se ha logrado remodelarlos al 100 por ciento.