Dulce Candelaria López Jiménez, de 16 años, desapareció hace 95 días en la calzada Ermita Zaragoza y Eje 6 Sur, en Iztapalapa, sin que hasta el momento se conozca su paradero, denunció su mamá Adriana Jiménez.
La joven ya no volvió a su casa la tarde del 17 de enero y la Fiscalía General de Justicia (FGJ) abrió una carpeta de investigación, pero aún no tiene avances del caso.
Con lágrimas en los ojos, su mamá mencionó que desde hace más de tres meses ha pegado volantes con la fotografía de su hija en postes y paredes de las calles de la unidad habitacional Ermita Iztapalapa, en la calzada, en el comedor comunitario de la colonia y en las inmediaciones de la estación Acatitla del Metro.
Ha caminado por las calles entregando volantes cerca de donde habita desde hace ocho meses, luego de que junto con su familia saliera de Michoacán en busca de una mejor calidad de vida por la situación de inseguridad en ese estado.
Brigadistas conocidos como Constructores de Paz tocaron a su puerta ayer para informar del programa federal Jóvenes Construyendo el Futuro, con quienes compartió su caso.
Cande, como le dice su familia, fue vista por última vez a las 14:25 la tarde del 17 de enero por el señor Luis Xavier López, a quien la adolescente ayudaba a cuidar perros en la colonia Roma, y quien declaró a las autoridades que la dejó en esa esquina. Él fue quien pidió a su mamá que le diera permiso para auxiliarlo.
“Su único vicio son las mascotas. Su sueño era ser profesional para cuidar a los perritos”, por lo que la dejó salir , además para que terminara su encierro por la pandemia y el duelo por el fallecimiento de su abuelita.
“Sin Cande ya no vivo, es como si estuviera flotando”; sin embargo, dijo sentir que su hija está viva, por lo que envió el mensaje de que en la casa la esperan su papá, hermano y sus perritas Lady y Akira, que todas las tardes se paran en las escaleras de la casa que rentan para verla entrar.
Pidió a las autoridades acelerar la investigación e insistió en que su hija no tiene novio, amigos ni consumía sustancias, por lo que dijo convencida que no se fue por voluntad propia, además de que su esposo convalece de una herida en la mano al tratar de evitar ser asaltado cuando viajaba de Chalco a la Ciudad de México, por lo que perdió su empleo, y su hijo de 20 años, quien también se encuentra sin trabajo.
La adolescente mide 1.70 metros, tiene el cabello a la altura del hombro y está teñido de rojo, ojos cafés, nariz recta, boca mediana, dos pequeños lunares en la mejilla derecha y una cicatriz en la rodilla izquierda.