Washington. Estados Unidos y Cuba sostuvieron ayer sus conversaciones diplomáticas de más alto nivel en cuatro años, luego de una severa alteración en las relaciones bilaterales durante el gobierno del Donald Trump.
El diálogo se centró en la migración, tema en el que la parte estadunidense se muestra ansiosa por frenar la creciente diáspora cubana.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba reiteró en comunicado “su preocupación por las medidas de su contraparte que estimulan la migración, impiden el ingreso legal y ordenado, y generan la crisis que incitan el éxodo de la isla. Recalcó que esas políticas, entre ellas “las asociadas al reforzamiento extremo del bloqueo económico, provocan pérdidas de vidas y la comisión de delitos de tráfico ilícito de personas, fraude migratorio y trata, situación que afecta a la región”.
Cuba insistió en la obligación del gobierno de Estados Unidos de garantizar la emisión en La Habana de 20 mil visas anuales, compromiso incumplido desde 2017.
El Departamento de Estado de estados unidos declaró que las conversaciones abarcaron áreas de cooperación exitosa en temas de migración, pero también identificaron obstáculos para garantizar un ingreso de personas seguro, ordenado y legal. La reunión tuvo lugar un día después de que las autoridades fronterizas estadunidenses informaran que el número de cubanos que han intentados entrar a su territorio se ha duplicado de febrero a marzo pasado, para llegar a 32 mil 500 eventos, y es cinco veces mayor que la cifra de octubre.
“Participar en estas conversaciones subraya nuestro compromiso de mantener relaciones constructivas con el gobierno de Cuba cuando sea apropiado para promover los intereses de Estados Unidos”, indicó la vocería estadunidense.
Washington también ha planteado cuestiones relacionadas con las operaciones de su embajada en La Habana, que fueron severamente restringidas a partir de 2017 tras la aparición de inexplicables problemas de salud entre algunos empleados, se añade en el texto.
Los casos de lo se denominó “síndrome de La Habana” se convirtieron en un tema importante durante el gobierno de Trump, el cual también estaba dando marcha atrás al acercamiento entre Estados Unidos y Cuba iniciado por el ex presidente Barack Obama.
Se preveía que el presidente Joe Biden, quien apoyó la distensión mientras era vicepresidente de Obama, reimplantara algunas de las iniciativas de la era de Obama que Trump había eliminado, pero no lo ha hecho, y las restricciones siguen en el nivel en el que Trump las había restaurado. Los dos países no habían sostenido conversaciones sobre migración desde 2018.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos informó el lunes que ha registrado 79 mil 800 detenciones de cubanos entre octubre y marzo, más del doble que en todo 2021 y cinco veces más que en 2020. En marzo pasado, Aduanas realizó 209 mil detenciones de indocumentados de todas las nacionalidades, la cifra mensual más alta en 22 años.