Tepoztlán, Mor., La empresa Vise, que construye la ampliación de la autopista La Pera-Cuautla en el tramo del municipio de Tepoztlán, dejó a más de 5 mil habitantes de ese Pueblo Mágico sin agua, además de que derribó un puente vehicular y peatonal por sus trabajos desde hace casi 10 meses. En respuesta, pobladores exigieron la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) que agilice las obras y conecte las tuberías para que el líquido vuelva a sus hogares.
Según Francisco Ortiz Martínez, integrante del Frente en Defensa de Tepoztlán, la empresa abandonó la vía y las tuberías en junio de 2021; por eso los habitantes de las colonias El Tesoro, Huachinantitla, Tecuezcontitla y Casahuatla, lo mismo que el barrio de San Sebastián, carecen de agua, y no hay paso para vehículos y peatones.
Señaló que tras la cancelación de la tubería, “ha habido tandeo de agua con pipas, pero la escasez en Tepoztlán se ha incrementado”.
Destacó que por no tener el puente, los pobladores deben utilizar el entronque El Trébol, justo a la entrada del Pueblo Mágico, que no ofrece protección para viandantes ni vehículos. Agregó que las familias perjudicadas por la falta de líquido deben surtirse al menos cada mes con pipas de agua que les cuestan entre 600 y mil pesos.
Ortiz Martínez expuso que la próxima semana comenzarán clases los alumnos de la preparatoria Quetzalcóatl, ubicada a un lado de la carretera federal que lleva a Cuernavaca, quienes tendrán que pasar por una zona que no tiene banquetas ni señalamientos.
Los inconformes se quejaron de que más de 10 casas cercanas a las obras han padecido cuarteaduras. Aseguraron que las máquinas de Vise trabajan de las siete de la mañana a la medianoche, lo que hace vibrar el suelo hasta 200 metros a la redonda.
La ampliación de la autopista La Pera-Cuautla de dos a cuatro carriles comenzó durante las administraciones del ex presidente Enrique Peña Nieto y el ex gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu, quienes estuvieron en funciones de 2012 a 2018. El proyecto fue rechazado por los estragos que acarrearía a tierras comunales y ejidales de Tepoztlán, al parque nacional El Tepozteco y a la recarga de mantos acuíferos.
Habitantes de Tepoztlán pararon los trabajos de la autopista en 2013 mediante amparos, pero continuó de manera parcial “e ilegal” en 2017, según los opositores.