A pesar de que la ley lo prohíbe de forma expresa, muchos coordinadores regionales de los servidores de la nación (SDN) le exigen a sus subordinados que compren –a veces a ellos mismos– diversos implementos que requieren para trabajar, como teléfono celular, chaleco, gorra, mochila y playeras con el distintivo de la Secretaría de Bienestar (SB), por montos que en conjunto pueden superar los 4 mil pesos, señalaron empleados inconformes.
En respuesta a una solicitud de información elaborada por este diario, la dependencia señaló que, al incorporarse como SDN, a los empleados “solamente se les otorga un gafete emitido por la Delegación de Programas para el Desarrollo en la que se encuentran asignados”.
De igual forma, a los 19 mil 120 trabajadores de dicho equipo que existen a escala nacional “no se les solicita dinero extra para distintivos de trabajo”, pues de lo contrario los funcionarios que incurran en esa falta pueden ser sancionados en los términos de los artículos 47 y 52 de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos.
Sin embargo, en el trabajo cotidiano la realidad es muy distinta, según integrantes en activo de los SDN. Bajo condición de anonimato, trabajadores de tres entidades diferentes señalaron que muchos coordinadores regionales les piden una “cooperación” de hasta mil pesos por entregarles un paquete que consiste en un chaleco, una gorra, una mochila y una playera.
A lo anterior, se le suman los teléfonos celulares que los empleados deben utilizar para registrar a los derechohabientes, y que en teoría se les entregan en comodato sólo durante el tiempo que se desempeñan como trabajadores. Según los denunciantes, en la práctica se les vende a plazos un celular a 3 mil pesos, cuando el costo real de los aparatos no excede los mil 800.
En algunas ocasiones, añadieron, el propio gafete que les otorga la SB puede ser objeto de lucro de ciertas autoridades, pues aunque la credencial “es sólo un pedazo de cartulina”, los funcionarios les cobran 100 o 200 pesos sólo para entregárselas, con la amenaza de que si no les pagan, no firman la acreditación o no le ponen el sello oficial que requiere.
A decir de otro empleado en activo, aunque la ley no establece que los SDN tengan que estar uniformados, en la práctica no pueden prescindir del chaleco, la gorra y las camisetas que muchos coordinadores regionales les venden, pues si se les identifica sin portarlo, pueden ser sujetos de llamadas de atención y actas administrativas.